Sábado 19 de Septiembre de 2009 Edicion impresa pag. 12 > Regionales
Absuelven a municipales por "delitos imaginarios"
Es una sentencia unánime. Quiroga debe pagar costas. Argumentaron que "las denuncias fueron fabricadas".

NEUQUÉN (AN).- La Cámara Criminal 2 resolvió ayer absolver a los 17 integrantes del gremio municipal Sitramune de las acusaciones formuladas por el ex intendente Horacio Quiroga, al considerar que los hechos no constituyen delitos. Los magistrados cuestionaron las denuncias del ex jefe comunal al indicar que fueron "fabricadas", tuvieron "absurdidad evidente", y por ese motivo lo obligaron a hacerse cargo de las costas del juicio.

El fallo de los jueces Emilio Castro, José Andrada y Héctor Dedominichi fue leído al mediodía y seguido desde la calle por 300 trabajadores que festejaron la absolución del ex titular del gremio Luis Martínez del cargo de coacción simple, y de los choferes Jorge Sánchez, Carlos Martínez, José Curipe, Elías Grillo, Daniel Ríos, Jorge Pettigean, Roberto Samhueza, Adrián Silva, Juan Camú, Luis Mendoza, José Gómez, Juan Pichumil y Manuel Vega del cargo de malversación de caudales.

Castro aclaró en su voto que pese a las absoluciones, "no debe concluirse que es lícito ocupar edificios públicos, ni destruir bienes". También indicó que "no acepto que se pretenda hacer pagar por este entuerto a 17 modestos operarios, ni a nadie, fabricando delitos imaginarios, cuya absurdidad es evidente", "ni que se pretenda utilizar a la justicia para dirimir conflictos político partidarios".

La causa comenzó durante la huelga del 2005 y porque Martínez dijo en conferencia de prensa que le complicaría el futuro político al ex intendente.

"Quiroga nos dice que en su momento sintió que se iban a llevar a cabo acciones para complicar su futuro político, que es ni más ni menos lo que dijo Martínez", señala el fallo. Pero agrega: "ningún político, como ningún sindicalista, puede seriamente decir que esta posibilidad lo atemoriza. En consecuencia, no puede haber ni amenaza ni coacción, en sentido jurídico-penal".

Agrega que la fiscalía y la querella "son efectistas, pero sólo distraen: probaron actitudes desagradables, asqueantes, repugnantes; pero no era lo que debían probar".

"La ´amenaza´ concreta que se nos trae a juicio no puede considerarse ni seria, ni idónea para haber infundido temor al supuesto ´coaccionado´", menciona.

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