El lunes será otro día de clases perdido para los chicos de los colegios secundarios rionegrinos.

El Consejo Provincial de Educación decretó ayer la suspensión de actividades, a través de una resolución que defiende el feriado con insólitos argumentos. La norma recuerda que el 21 de septiembre no sólo es el Día de la Primavera y del Estudiante, sino que también coincide con la fecha de repatriación de los restos de Domingo Faustino Sarmiento.

Para el CPE, se produce "una justificada unificación de tres fechas con un mismo marco: la celebración por la renovación y la creatividad, de la naturaleza y del espíritu humano".

El regreso del cuerpo de Sarmiento al país, ocurrido 10 días después de su muerte en Paraguay, en 1888, nunca había sido utilizado -al menos públicamente- por este gobierno para justificar la suspensión de clases en esta época del año.

La resolución marcó incluso una fuerte contradicción con el mensaje que habían recibido apenas unos días atrás las supervisiones de Nivel Medio de toda la provincia, a quienes les habían dicho que el lunes habría clases normalmente. La máxima contemplación que había otorgado el cuerpo colegiado era aceptar que dentro del horario escolar se realizaran "actividades diferentes" siempre y cuando las direcciones hubiesen pedido autorización previa a los supervisores.

Sin embargo, ayer se dictó la Resolución Nº 1879/09 -con la firma de Jorge Sartor, vocal gubernamental a cargo de la Presidencia del CPE- confirmando el día libre para los alumnos.

En la página web de la Supervisión de Nivel Medio del Alto Valle Este I se especificaba ayer que los docentes deberán concurrir igual a los establecimientos, "para trabajar con modalidad de Jornada Institucional en la organización del período complementario del mes de diciembre y otros temas inherentes a la institución".

Vale destacar que la norma sólo tendrá efecto sobre los secundarios de la provincia y que las escuelas primarias y jardines tendrán clases con normalidad.

De esta manera, el Nivel Medio restará otra jornada del calendario 2009, notablemente reducido por los efectos del paro docente, la gripe A, los feriados que se mantuvieron firmes -en contra de la declamada "recuperación" de contenidos- y otras suspensiones decididas repentinamente, como el Día del Portero. Los registros indican que ya se perdieron 46 de los 180 días programados inicialmente.