NEUQUÉN (AN)- La policía aún no logró encontrar el taxi que conducía Leonardo Silva, el chofer que denunció haber permanecido secuestrado durante 18 horas el jueves pasado. A medida que obtienen más datos, los investigadores se muestran más escépticos y se preguntan qué fue en realidad lo que sucedió.

En tanto Silva, de 28 años, recibió el alta médica ayer a la madrugada porque las lesiones que sufrió fueron de carácter leve. Se trata, de acuerdo con trascendidos, de golpes en las piernas, la cadera, la frente y las muñecas.

El taxi que buscan por todas partes es un Renault Logan pintado de amarillo, interno 021, dominio HBS480. No tiene radio ni GPS y hay polémica respecto del titular de la licencia (ver aparte).

El chofer presentó ayer la denuncia. Tal como anticipó "Río Negro", dijo que levantó como pasaje a un hombre y una mujer que le pidieron que los llevara hasta un hotel ubicado a un costado de la ruta provincial 7 camino a Centenario.

Fuentes policiales indicaron que, según Silva, cuando estaban por llegar al lugar lo redujeron y al parecer más adelante subió una tercera persona al vehículo. Al chofer lo encerraron en el baúl.

Este es uno de los datos que llaman la atención de los investigadores. "El muchacho dice que pasó la mayor parte del día encerrado en el baúl, también menciona que lo tuvieron en una habitación? lo estamos verificando, es raro lo que cuenta", se sinceró uno de los comisarios a cargo de la pesquisa.

La manera en que Silva apareció, alrededor de las 22 del jueves, también está bajo la lupa. "Hay testigos que vieron alejarse un Renault Clío o parecido, no sabemos si ése es el vehículo" desde el cual lo habrían arrojado, cerca del barrio Nueva España.

El hombre estaba maniatado "pero no muy fuerte", según aclararon las fuentes policiales. Lo auxilió una persona que pasó por el lugar, de inmediato lo vio un médico y en seguida se dispuso su traslado al hospital Castro Rendón. Tras realizarse una serie de exámenes, le dieron el alta a las 0:40 de ayer.

Las hipótesis que se investigan son muchas, de acuerdo con lo que pudo saber este diario. El robo y el secuestro extorsivo están entre las últimas.

Por ejemplo, se trata de comprobar si es cierto que, como declararon algunos taxistas, Silva llevaba varios días pidiendo plata prestada porque necesitaba cubrir una deuda.

Otra versión vincula al chofer con el ambiente delictivo, aunque uno de los comisarios consultados dijo que si bien tuvo algunas causas fueron todas por hechos menores y años atrás.

También se dice que el automóvil podría haber sido entregado como parte de pago de alguna deuda de origen ilícito, hipótesis extraña ya que se trata de un vehículo fácilmente identificable, difícil de ocultar o vender, y "quema en las manos", según graficó otro de los investigadores.

Durante las horas en que nada se sabía de Silva, sus colegas cortaron los accesos a la ciudad de Neuquén, aun sin saber a qué se debía la desaparición del chofer.

La decisión fue criticada por los miles de usuarios que se vieron afectados por los cortes, más todavía cuando empezó a trascender que están muy poco claras las razones de la desaparición del chofer.