Una coalición de once grupos hispanos ha lanzado una campaña por internet para pedir a CNN y a sus anunciantes que retiren su apoyo al conductor de televisión Lou Dobbs, en un esfuerzo similar al que condujo a docenas de empresas a retirar sus avisos comerciales del programa de Glen Beck, de la cadena Fox.
¿Tendríamos que apoyar estas peticiones como una manera de sacar del aire a estos irresponsables conductores? ¿O corremos el riesgo de estar presionando a las cadenas de televisión y a los anunciantes para que saquen del aire todos los programas de noticias que se ocupan de temas controvertidos, reduciendo así el intercambio de ideas y estrechando el debate político?
La campaña destinada a que CNN saque del aire a Dobbs fue lanzada el martes por una coalición que incluye al Consejo Nacional de La Raza, la Liga Unida de Ciudadanos Latinoamericanos y la Nueva Red Demócrata. Los grupos pusieron su petición en el sitio web www. dropdobbs.com, donde esperan recolectar 100.000 firmas en el transcurso de las próximas seis semanas. Según los organizadores, cuando tengan las firmas enviarán las cartas a CNN y los auspiciantes de Dobbs.
La campaña sigue el modelo de la organizada contra Beck, el periodista-comediante de Fox. Según los líderes de esta campaña, ya han enviado 200.000 peticiones, que llevaron a 62 anunciantes a retirar sus comerciales del programa de Beck.
"La CNN le proporciona a Dobbs una tribuna poderosa y sin precedentes para difundir información derechista tergiversada y promover el odio y el temor. Y sus auspiciantes lo hacen posible y rentable para la CNN -dice el sitio de internet que promueve la campaña contra Dobbs-. Esos auspiciantes dependen de la lealtad de una amplia base de consumidores que incluye a millones de latinos que están cansados de ser demonizados por Dobbs. Enviemos a esos auspiciantes el mensaje de que son responsables de financiar la incitación al odio".
Según me dijo Simon Rosenberg, líder de la Nueva Red Demócrata y ex periodista televisivo, los programas de cable como el de Dobbs están alimentando una peligrosa polarización social en Estados Unidos.
"Dobbs difunde información probadamente falsa y para referirse a los hispanoamericanos en particular utiliza una retórica feroz y extremista que no debería tener lugar en una de las principales cadenas de televisión como la CNN -aseguró Rosenberg-. Dobbs es libre de decir lo que quiera en su propio sitio web, sus libros y su programa de radio, pero CNN y Time Warner, que son empresas respetadas en todo el mundo, deberían tomar posición respecto de este tipo de discursos".
¿Deberíamos apoyar esta petición?
Edward Schumacher, profesor de Harvard y ombudsman de "The Miami Herald", afirma que "el boicot es perfectamente legítimo. Aunque Dobbs no tenga la intención de demonizar a los inmigrantes y latinos, de hecho lo hace. Insiste en ese tema noche tras noche, y son tantos los hechos que saca de contexto que, aunque yo piense que él no es racista, lo que hace es alimentar el racismo".
Además, Dobbs suele confundir al público presentando opiniones disfrazadas de noticias, agregó Schumacher.
ANDRéS OPPENHEIMER (*)
Especial para "Río Negro"
(*) Periodista argentino. Analista internacional. Miami