BRASILIA (Télam).- El presidente brasileño, Luiz Lula Da Silva, estimó ayer que en diez años Brasil estará entre la tercera y la quinta economía del mundo gracias a las reservas de petróleo halladas en los últimos años y al proceso de industrialización.
"De aquí a 15 años, ó 10 años, este país deberá ser la cuarta economía, la tercera economía y si no tenemos suerte puede ser la quinta economía" del mundo, sostuvo Lula en un discurso pronunciado en Río Grande do Sul, según reprodujo la agencia de noticias ANSA.
Lula mencionó las grandes reservas petroleras, estimadas en 50.000 millones de barriles de petróleo, halladas desde 2007.
El presidente brasileño señaló que trabaja para que las reservas petroleras descubiertas en 2007 redunden en la industrialización del país.
"No queremos exportar petróleo" sino productos con valor agregado, precisó y cuestionó que Brasil venda "mineral de hierro" e "importemos chips".
También indicó que los ingresos petroleros serán destinados a un fondo "para cuidar de los pobres y para la educación".
"No sólo" importa ser "la quinta economía", añadió Lula, lo que se busca, es que ese crecimiento redunde en una población en la que los "pobres (pasen) a la clase media... en tener más gente en la universidad", sostuvo.