NEUQUÉN (AN).- La Audiencia Pública por el servicio de transporte de pasajeros de Neuquén que ayer cerró en el Concejo Deliberante tuvo matices y motiva balances que ayer comenzaron a elaborar los funcionarios y varios de los más de 70 oradores.
Algunos puntos. Quedó claro que el aporte de las organizaciones y de los vecinos es por demás importante y que más allá del trabajo de sus representantes directos -los concejales- este tipo de ejercicio puede transformarse en una herramienta potente a la hora de abordar temas trascendentes como, en este caso, el del transporte. Por todo esto, no se entiende cómo muchos oradores levantaron sus petates y partieron satisfechos con cara alumno aprobado sin escuchar a quienes les sucedieron en la palabra.
En un contexto donde hubo valiosas presentaciones, habrá que ver cuántas de las propuestas que se volcaron en las tres jornadas pueden integrarse a los futuros pliegos de licitación del servicio.
Es de destacar, por otra parte, la excelente organización. Impecable hasta en el más mínimo detalle. Respetuosa de los tiempos y de cada una de las presentaciones, algunas demasiado contaminada por cuestionamientos políticos.
Lamentable la ausencia de muchos concejales, alguno de los cuales ni siquiera informaron las razones del faltazo. En cambio, hubo otros que siguieron todas las presentaciones junto a dos funcionarios municipales de peso: el secretario de Coordinación e Infraestructura Marcelo Gamarra y el subsecretario de Gobierno y ¿futuro secretario de esa cartera? Raúl Dobrusín.
La nota de irracionalidad la dieron los estudiantes de la FUC quienes cargaron contra el edificio, rompieron vidrios y sólo se frenaron porque la policía se atrincheró ¿Contra quién era el reclamo si adentro estaban representados todos los sectores de la sociedad que quisieron ser escuchados?
Con todo, la sala verde vacía con una pantalla de 82 pulgadas prendida sin sentido, las tribunas semidesiertas, es una muestra de que aún falta para que este mecanismo sea un medio de cambio.
