Viernes 18 de Septiembre de 2009 Edicion impresa pag. 33 > Sociedad
Volvió a ver gracias a su propio diente
Una mujer de 60 años recuperó el 25% de la visión luego de una cirugía de implante de una lente de plástico que utilizó como soporte una porción del canino de la propia paciente.

Un complejo procedimiento quirúrgico que utiliza un diente como soporte para el implante de una lente intraocular devolvió el 25 por ciento de la visión a una mujer que había quedado ciega por una reacción alérgica a un medicamento, hace 9 años.

La técnica, aunque suene inédita, es antigua y prácticamente había caído en desuso pero revivió gracias a que fue lo único que pudo tolerar el organismo de Sharron Thornton.

De la operación, practicada en el Instituto Oftalmológico Bascom Palmer de Miami, se hicieron eco ayer numerosos medios de comunicación en el mundo luego de que la paciente, de 60 años, dio una conferencia de prensa.

"Gracias a esta complicada y rara cirugía, según se explica en el diario "El Mundo", por primera vez la paciente ha podido distinguir las caras de sus nietos y es capaz de leer un periódico con ayuda de unas gafas".

Según ha explicado en rueda de prensa el oftalmólogo Victor L. Perez, del centro Bascom Palmer, en EE.UU., el proceso quirúrgico -denominado osteo-odonto queratoprótesis modificada- consta de varios pasos y se ha prolongado durante seis meses.

Es la primera vez que se realiza en EE.UU., mientras que en Europa y Japón ya se ha practicado alguna vez, aunque no se han realizado más de 600 intervenciones en todo el mundo.

Lo primero que hizo el equipo fue extraer de la paciente un colmillo superior. Se agujereó el diente y se le instaló una lente de plástico en el orificio.

Después se implantó todo el conjunto bajo la piel del pecho de Sharron durante varios meses para que la combinación diente-ojo se acoplara bien. Por último, se extrajo el conjunto del pecho y se colocó en el ojo dañado. Y, tan sólo unas horas después de que le retiraran las vendas, Sharron, más conocida como ´Kay´, fue capaz de distinguir rostros donde antes sólo veía sombras.

"Normalmente se usa para este proceso un tubo de plástico cilíndrico, en vez de un diente, pero sólo funciona en aquellos ojos que están sanos y muy humedecidos. Como no era el caso de Sharron, utilizamos un diente porque proporciona una plataforma estable, con suficiente estructura ósea y cartílagos y que puede nutrirse del ojo", ha explicado el profesional.

Esta técnica, que puede tener más de 30 años de antigüedad, está quedando poco a poco en desuso en favor del uso de prótesis sintéticas.

´Kay´ había perdido la visión en el año 2000 por culpa del síndrome Stevens-Jonhson, que al parecer se le desarrolló por una reacción alérgica a un medicamento. Esta rara condición, entre otras cosas, mata a las células de la superficie del ojo y puede dañar la córnea hasta producir ceguera. (Fuente: "El Mundo")

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