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La actiz Isabella Rossellini, hija de Ingrid Bergman y Roberto Rossellini, se ha convertido en una estrella porno muy ecológica. La nueva divulgadora del sexo animal en Internet. Todo un fenómeno llamado Green Porno (Porno verde) que arrasa en la civilización YouTube. Una irónica combinación de sexo y naturaleza (la fórmula infalible en publicidad: champú y sexo, vende/ coche y sexo, vende/ cucarachas y sexo ¿vende?).

Porno ecológico. Sugerente, ¿verdad? Especialmente si después del sustantivo porno añadimos al horripilante insecto. O molusco gasterópodo provisto de concha en espiral. Descripción científica de los caracoles, que hasta hace poco nos parecían animales algo aburridos, un plato culinario y poco más. Y sin embargo, son auténticos combatientes del sexo animal (usan arpones amorosos como los cazadores y encima se jactan de ser hermafroditas).

Lo dice Rossellini mientras goza de ser ensartada. 

Isabella aparece en otro de los episodios disfrazada de mosca y explica por qué es una mosca. Su vestido parece salido de un disfraz de cumpleaños. Hay poco más que contar, excepto cómo se lo monta con la mosca de enfrente. Sus cortos superan en audiencia a cualquier documental que quisiera mostrarnos con macro ópticas, y mucha sensibilidad, como copulan estos insectos. Y no es por falta de dramatismo. Algunas moscas sólo viven un puñado de días. Imaginen que solo dispusieran de ese tiempo para cumplir con su cometido. Y entonces llega la noche… Una trama apocalíptica. 



"Quería hablar de animales, pero sé que mucha gente no está interesada en ellos. Pero todos están interesados en el sexo ", explicó Rossellini en el Festival de Cine de Toronto. De este modo nació Green Porno para la cadena Sundance TV, que inicia esta semana su tercera temporada. "La naturaleza es escandalosa". Y lo saben. 



El secreto de Isabella, sin embargo, no es nuevo. Las curiosidades sexuales de los animales dan para dramas, juegos, y reflejos dignos de Shakespeare. "El conocer el comportamiento sexual animal nos pone en nuestro sitio. Formamos parte del ecosistema. Es superar la distinción clásica de las religiones entre lo natural versus la aberración", explica la sexóloga y antropóloga Pilar Cristóbal, autora del libro También los jabalíes se besan en la boca y otras curiosidades sexuales del reino animal. Es, a su juicio, entender "el verdadero significado de ecología".



La nueva temporada de la serie tal vez haya copiado algunos de estos comportamientos "aberrantes" que describimos a continuación. Esto es un presunto spoiler a Rossellini (desvelar el final de una serie). Buscamos un nuevo héroe para la Red. 

El jerbillo: El Billy El niño de la cópula por minuto 
Entre los animales que realizan más cópulas por minuto está el roedor jerbillo, un titán, cuya próstata ayuda a fabricar rápidamente espermatozoides. Llega a las 225 en una hora cuando tiene hembras dispuestas. El hámster común, a unas 65. 



El percebe. Ven y demuestra lo que tienes 
El percebe es un hito. El tamaño de su pene supera siete veces a su masa corporal. Es como si en los humanos una persona que midiera metro ochenta dispusiera de un miembro de 68,4 metros. La explicación es sencilla: al no disponer de movilidad tiene que estirarse para llegar a la meta. El molusco nautilus es más extraño: dispone de un pene móvil (una bolsa seminal) que es lanzada como un mísil en busca de la hembra.

 

Rino. El que más aguanta 
No todos los animales siguen el camino de jerbillo. El rinoceronte, por ejemplo, prefiere una sola cópula. Eso sí, que dure una hora y media. 

La selva es Chueca
Reputados etólogos, especialmente, el biólogo estadounidense Bruce Bagemihl, autor del libro Biological Exuberance, ha demostrado en los últimos años que las pautas homosexuales rigen en la vida animal, especialmente entre los machos. Desde cisnes negros y otra aves, que incluso crían a su descendencia entre machos, a delfines y pingüinos. Diversas especies de mosca no distinguen entre machos y hembras pues no están capacitadas biológicamente para hacerlo. Lo dicho: Apocalipsis…



Orgías y comunas 
Algunas especies recurren al todo vale. Es el caso, por ejemplo, de los chimpancés, que llegan a hacer cola para copular con una misma hembra. O de las ranas, que llegan a acoplarse en tríos en mitad del éxtasis. El caso de los bonobos (especie similar al chimpancé) es el que más fascina a los etólogos. Han desarrollado su instinto sexual como forma de mediación de conflictos. Sus hembras tienen un celo perenne como los humanos, y un prominente clítoris. Cuando la testosterona abunda, las hembras actúan. 



Una vieja historia. Burdeles y harenes 
Las violaciones y la violencia doméstica se encuentran en la naturaleza. Los machos de todas las especies suelen ser muy violentos, por los excesos de la testosterona. Las relaciones entre tigres pasan del asalto mortal al ronroneo. Los grupos de jóvenes de algunas especies de cabra asaltan a hembras solitarias y hasta las matan. Y también están los harenes: como los protectores machos de los elefantes marinos, que velan porque sus hembras no sean destrozadas. Más fascinante parece el hecho de la prostitución. Los chimpancés machos roban fruta para ofrecérsela a las hembras, y en técnicas similares caen los macacos, sólo que desparasitando. Muchas aves ofrecen regalos, incluso a sus amantes, para aparearse, como demostró un equipo de investigadores de las universidades de Adam Mickiewicz y de Bohemia del Sur. 



Por lo visto, a Isabella le queda mucho por travestirse y contar. No se asusten, sin embargo, por tanta lujuria instintiva. En la naturaleza encontramos de todo. Fidelidades (los albatros y los cisnes, por ejemplo), pero también, claro está, adulterios. Besos y arrumacos (los jabalíes y los bonobos, que llegan estos últimos a copular de frente o practicar el sexo oral). Adopciones (como las ratas y los osos), amistades y fuertes vínculos (como los grandes simios y aves), onanismo (primates, cánidos, murciélagos) violentos celos (como las hembras de los babuinos o ciertos escarabajos y las cigüeñas). Y hasta algo parecido a esa utopía o distopía del amor eterno (el Diplozoon paradoxum, un parásito con forma de gusano se une con su amante durante la adolescencia hasta literalmente quedar fusionados los cuerpos).