En un nuevo paso hacia el mejoramiento de las relaciones con los mercados para acceder al crédito, el gobierno podría reiniciar conversaciones con los tenedores de bonos que no ingresaron al canje de deuda de 2005, posterior al default.
Así se desprende del texto de la ley de Presupuesto 2010 enviada por el ministro de Economía, Amado Boudou, al Congreso Nacional. En él, se sostiene que el gobierno "prevé seguir avanzando en el proceso de regularización de los pagos de la deuda pendiente de reestructuración, tanto aquella no ingresada al canje del año 2005 como las mantenidas con organismos de crédito bilaterales y acreedores privados".
"Se confía en que el avance sobre las acciones mencionadas redundará en un permanente mejoramiento de las condiciones de financiamiento y de la actual estructura de tasas de rendimientos para dinamizar el crédito público y privado", añade luego.
Consultada por la agencia Reuters, Carola Sandy, analista de Credit Suisse, consideró que la inclusión de ese párrafo es un mensaje potente para el mercado.
"Esta es por lejos la señal más fuerte que el gobierno argentino envió a los mercados en los últimos tiempos acerca de que pretende ocuparse de la situación de los tenedores de deuda impaga. Es un signo de que quieren reestructurar la deuda y están buscando autorización del Congreso para hacerlo", dijo.
Sin mayores precisiones, el texto también menciona que se buscarán resolver los pasivos con el Club de París y un reestablecimiento de la comunicación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En la iniciativa enviada al Congreso, el gobierno dijo que espera que estas acciones mejoren las condiciones de financiamiento del país y que produzcan un eventual "retorno al financiamiento público de mercado a nivel local e internacional".
Reencauzando con el FMI
El ministro de Economía señaló, por otra parte, que "estamos reencauzando una relación con el Fondo Monetario Internacional", y reflexionó que "la palabra irregular no es válida, pero sí muy asimétrica, donde en la Argentina se recibía a los representantes del Fondo como virreyes, en los años 70, en los 80 y en los 90".
"A partir de 2003 eso no pasó mas; por eso no hemos tenido políticas de ajuste, como sí se había sucedido tantas veces y tanto daño le hizo a nuestro país, con rebajas de gasto público, de jubilaciones, despidos masivos de empleados. Eso nunca más en la Argentina", remarcó Boudou.
Explicó luego que "nuestro acercamiento (con el FMI) es institucional y es de un socio a un organismo, no tiene nada que ver con una cuestión financiera".
Con relación al Club de París, juzgó "importante" la normalización de relaciones, porque "va a permitir que muchas empresas argentinas y el Estado puedan volver a tener acceso a financiamiento a través de deuda comercial".