VIEDMA (AV)- Se encuentra en pie desde 1926. El edificio se mantiene como puede a pesar de que su arquitectura aún le garantiza fortaleza. Sin embargo, los actuales responsables del Colegio de Hermanas de María Auxiliadora hacen ingentes esfuerzos para tratar de disimular el paso del tiempo y están a la espera de que sea declarado Monumento Histórico para que pueda ser rescatado como corresponde a un hito histórico un tanto olvidado.

La construcción estuvo a cargo del arquitecto Pedro Cabré siendo inaugurado por el entonces gobernador del Territorio de Río Negro, Alfredo Viterbori.

Frente a la actual situación, el legislador de Crecer con Principios Daniel Cortés, impulsó un proyecto de declaración de Monumento Histórico con el objeto de obtener financiamiento a fin de acceder a la refacción integral del edificio en los términos de la Ley Nacional N° 12.665.

En los fundamentos de la iniciativa se prevé atender este tipo de reclamos de las autoridades educativas desde la Ley provincial 3.656 que sostiene que todos los bienes integrantes del Patrimonio Cultural y Natural de la Provincia de Río Negro deberán ser conservados como testimonio para el conocimiento y desarrollo cultural de las generaciones futuras. En otros términos, se plantea que la permanencia material de ese legado conforma la base concreta que da continuidad armónica al desarrollo social y espiritural de la comunidad reafirmando su identidad cultural.

Cortés consideró que "se debe ir haciendo un eslabón con sucesivas normas" para que se concrete la posibilidad de que la Comisión Nacional de Monumentos Históricos pueda asignar recursos a una institución a la que concurren numerosos alumnos de primario. En la actualidad, las instalaciones cuentan con infraestructura para ese nivel de enseñanza y existe la posibilidad de organizar un servicio educativo de carácter secundario.