Un persona, despedida días atrás de Corfone, se encadenó al portón de ingreso de la corporación estatal, ubicado a la vera de la ruta 234, en demanda de su reintegro.
Se trata de Orlando Aravena, padre de dos niños y vecino de Junín de los Andes, que fue cesanteado la semana pasada por supuestas ausencias injustificadas.
Pero la dirigente de ATE, Soraya Abraham, quien se acercó al predio para acompañar la protesta de Aravena, dijo que “al compañero nunca le notificaron de un problema con las faltas. En las últimas semanas ya son siete los trabajadores despedidos de Corfone en Junín de los Andes, y ninguno es un directivo o un técnico de puestos jerárquicos; son personas que cobran 1.600 pesos por mes y que tienen familia que alimentar”.
El empleado de Corfone, que no formuló declaraciones, se encadenó al portón a las 6.30 de la mañana, antes del ingreso habitual del personal y luego de “haber sufrido un pico de presión por el disgusto del despido”, remató Abraham.
Agencia Junín de los Andes y Redacción Online.