Unos 300 ambientalistas de todo el país participaron del "Segundo Encuentro Nacional de Pueblos Fumigados" en San Lorenzo, Santa Fe, donde se realizaron críticas al uso de agroquímicos, al monocultivo y a la producción de alimentos transgénicos.
Durante las reuniones se presentaron testimonios de personas afectadas por el uso de diversos métodos de fumigación y también por la contaminación causada por emprendimientos mineros. El encuentro se efectuó durante el último fin de semana en las instalaciones de la Escuela Provincial 218, tras lo cual hubo una marcha por las calles de la ciudad y manifestaciones ante las puertas de varias empresas portuarias de la zona.
Los organizadores destacaron que se eligió a la histórica ciudad de San Lorenzo para realizar el Encuentro por ser el corazón del polo portuario nacional, en cuyas terminales privadas se embarca la producción de granos del país y es considerado el "embudo de la exportación de alimentos".
Durante las deliberaciones se efectuaron críticas al actual modelo socioeconómico y se expusieron numerosos testimonios y experiencias ocurridas en distintos puntos del país, donde se registran altos niveles de contaminación. Los participantes no sólo se pronunciaron contra la utilización de agrotóxicos, sino que también rechazaron la megaminería química contaminante. El grupo realizó el bosquejo de un documento que próximamente se publicará en internet y anunció que se realizará la convocatoria para las próximas acciones conjuntas.
Una de las organizadoras de la convocatoria, María Soledad Chiorin, en declaraciones a la prensa, afirmó que "la ciudad de San Lorenzo es un lugar emblemático de la contaminación, por lo que no resulta sorprendente que más de 2.000 personas se acercaran el fin de semana para participar" de la manifestación.
"El 30 por ciento de la población de San Lorenzo tiene enfermedades respiratorias o cáncer y en los últimos tres años hubo cinco menores de 16 años que murieron por males relacionados con la contaminación", afirmó la dirigente ambientalista. Por último, agregó Chiorin que "la mayoría de los profesionales médicos que se desarrollan en esa localidad conocen la realidad, pero nadie avala nada ni pone la firma porque participan de alguna manera con el poder económico. Esta es una lucha contra el poder económico y el político que es cómplice", sostuvo.