NEUQUÉN (AN).- "¡Estalla silencio!" tomó la calle por primera vez en aquellos días de octubre de 2008, cuando en Neuquén se juzgaba a los criminales "desaparecedores" de la dictadura. Los jóvenes que luchaban por un mundo mejor, de blanco, manifestaban sus ideales y expresaban su amor hasta que el terror uniformado cayó sobre ellos. Desapariciones, torturas, la muerte contra la vida, las valientes Madres pidiendo por sus hijos. Y en el medio de tanta crudeza, el amor de un Romeo y una Julieta.
Después, tan sólo meses después, la obra de teatro de calle del grupo El Ramo del Aire, que nació en la escena del juicio por La Escuelita (concebida a partir de una convocatoria de la Asamblea por los Derechos Humanos de Neuquén y Río Negro), cosechó la emoción de mucha gente y el reconocimiento de varios organismos.
Resulta que después de impactar en la ex ESMA, el 24 de marzo de este año en la conmemoración por los 33 años del golpe militar, "¡Estalla silencio!" fue declarada de interés legislativo y municipal por la Legislatura de Neuquén y el Concejo Deliberante, respectivamente. Pero antes, el Departamento de Cultura de la Secretaría de Extensión de la UNCo ya había destacado el "interés cultural" de las actividades del grupo de teatro de calle El Ramo del Aire.
Entre los argumentos, por ejemplo, el Deliberante manifestó: "¡Estalla silencio! sintetiza todo el amor, los sueños de un futuro mejor contrapuestos al horror, a la tortura y a la muerte". Precisamente, la temática de la obra se centra en la oposición entre los sueños e ideales de la juventud y la muerte de éstos en manos del terrorismo de Estado.
Ahora, ya con varias presentaciones en los barrios, las escuelas, la fábrica ex Zanon, y otros espacios, quedó claro que la obra superó las expectativa de sus realizadores, algo sobre lo que se explaya en esta nota Cecilia Arcucci, directora de la pieza junto a Isabel Vaca Narvaja.
"Es un fenómeno lo que sucedió, es fantástico?", dice y cuenta los detalles de una invitación que satisface al grupo todavía más: "Nos invitaron a participar en Chile del noveno festival homenaje a Víctor Jara que se realizará a fines de septiembre en Concepción".
En principio, la compañía (integrada por unas dieciocho personas) está haciendo gestiones para poder viajar, y crece el entusiasmo al ver que "¡Estalla silencio!" es declarada "de interés" por varios organismos, pero lo concreto es que aún no tienen los recursos suficientes como para movilizarse al país trasandino.
Arcucci agradece el interés de mucha gente (Noemí Labrune, de la APDH; la secretaría de Extensión de la UNCo, Rodolfo Canini que presentó el proyecto en la Legislatura; Mercedes Lamarca que hizo lo mismo en el Deliberante y Jesús Escobar, de la Secretaría de Derechos Humanos), pero no olvida aportar un dato negativo sobre la actual Secretaría de Cultura municipal que prometió un recurso del programa "El teatro va a los barrios" que no se cumplió. "Íbamos a hacer varias funciones gratis para la gente, pero hicimos sólo una en Parque Industrial en abril que nunca se pagó", apunta Arcucci.
Aunque ese mal trago no empañó la energía del grupo, ni la fuerza estética de la obra que creció enormemente. "La idea -explica la directora- es estar en todos los juicios de los represores, y en los barrios para que la gente llegue a la historia desde otro lugar: artístico, comunicativo, emotivo".
Cuenta que una y otra vez, en cada presentación, le causa fascinación la respuesta del público. "Me sorprende lo que sucede con la obra. Hay gente que se queda llorando sin poder hablar y está bueno que pase eso con el teatro", dice. En el medio, los actores escribiendo una partitura según sus propias imágenes, resignificándolas acorde a la historia, y el teatro callejero como ceremonia introspectiva de la resistencia.
