Sin acceso a los mercados financieros y con un superávit fiscal cada vez más ajustado, el Gobierno volvió a tomar prestado fondos de los jubilados y pensionados.
En su habitual política de hacerse de fondos superavitarios de dependencias públicas, el Ministerio de Economía colocó ayer en forma directa una Letra del Tesoro por 100 millones de dólares ($ 386 millones de pesos) a 162 días de plazo.
La letra, que tiene fecha de emisión 18 de agosto de 2009, fue colocada en forma directa al Fondo de garantía de sustentabilidad del sistema integrado previsional argentino (FGS), se informó en el Boletín Oficial.
La letra pagará un interés del 3,5% nominal anual y la amortización será abonada íntegramente al vencimiento.
Los bonos serán intransferibles y no tendrán cotización en los mercados de valores locales e internacionales.
El FGS, creado en julio de 2007, cuenta con recursos de libre disponibilidad percibidos por el Anses, además de bienes que recibe el Régimen Previsional Público, rentas provenientes que realice el fondo y otros aportes establecidos por el Estado Nacional. El fondo tiene como principal objetivo asegurar la sustentabilidad del sistema previsional, así como garantizar las prestaciones en el largo plazo y el destino de los fondos de la seguridad social. El Gobierno acude habitualmente a entidades públicas superavitarias para acceder a fondos que permitan cumplir con los vencimientos de deuda, en momentos en que el acceso a los mercados permanece restringido.
Semanas atrás la Justicia en lo Contencioso Administrativo ordenó a la Anses que informe de qué manera invierte los fondos de los aportes previsionales. Días después el director ejecutivo de la Anses, Diego Bossio, aseguró ante la Comisión Bicameral encargada de realizar un seguimiento sobre los recursos del organismo, que "sólo se ha financiado de forma neta al sector público en 1.700 millones de pesos". (DyN)
