SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El Fiscal de Cámara Enrique Sánchez Gavier pidió la absolución de un hombre que llegó a juicio acusado de violar a una nena de 14 años. Entre sus argumentos, sostuvo que no encontró más prueba para involucrarlo que la declaración de la chica, y que "se comprobó" que la presunta víctima mintió cuando lo acusó de ser el padre de su hijo. Esa falta de acusación fiscal en el juicio llevaría directamente a la absolución del sospechoso.

El imputado por el caso ya cumplió una condena por abuso sexual a un chico y purga otra por la violación de una menor de edad, pero en este caso tanto el fiscal como la Asesora de Menores consideraron que la víctima lo involucró "para cubrir al verdadero autor del abuso".

El imputado es un hombre de 52 años que ya fue condenado el año pasado a una pena de ocho años de prisión por haber abusado sexualmente de una menor de edad que quedó embarazada y dio a luz a una criatura como fruto de ese ataque.

En el caso que se está juzgando por estos días en Bariloche la presunta víctima también es una chica que tenía 14 años al momento del hecho, sobrina del imputado, circunstancia que agrava más el delito por la existencia de una relación de parentesco y autoridad. La chica también quedó embarazada, pero los estudios de ADN demostraron que la paternidad del imputado "está descartada".

La fiscal de instrucción Mirta Siedlecki, quien solicitó la elevación de la causa a juicio, le atribuyó a J.G.S., un hombre dedicado a recolectar y reciclar basura, que en fechas no determinadas, pero estimables entre marzo y junio de 2006, abusó sexualmente de su sobrina de 14 años, al menos en tres oportunidades, aprovechando que la madre de la chica la mandaba a buscar mercadería y comida que el encartado le ofrecía.

En tales oportunidades, de acuerdo con la acusación que llega de instrucción, el imputado accedía carnalmente a la chica y le advertía que no debía contar nada a sus padres. Cuando la chiquita quedó embarazada acusó a su tío y dijo que no había contado nada de lo que sucedía porque le daba vergüenza. Pero pese a que se descartó que el imputado fuera el causante del embarazo, la causa continuó su curso, porque el informe psicológico señala que la menor padece un leve retraso mental, que es vulnerable, con personalidad "infantil, inmadura o ingenua, y con nula capacidad para fabular o inventar hechos".