El 21 de julio pasado nuestra pequeña familia lo va a recordar como el día en que tuvimos una tragedia con muchísima suerte. Nuestra pequeña Guadalupe se cayó por una escalera y golpeó contra el piso con su pequeñita cabeza.
De ese momento en adelante se nos paró el reloj pensando lo peor, debido a que había que esperar las primeras cuarenta y ocho horas para ver su evolución.
Mi hija estuvo en manos de los doctores y enfermeros/as de la Unidad de Terapia Intensiva e Intermedia Pediátrica del Hospital Castro Rendón de Neuquén y, gracias a sus conocimientos, dedicación y esfuerzo humano, pudieron sacar a Guadalupe de esa situación, quedando como la había visto la última vez.
A todas estas personas, que fueron muchas y en anonimato, les agradezco de corazón con amor de padre y eternamente los felicitaré y lucharé contra los malos comentarios hacia ustedes, porque son y serán los que me devolvieron a mi hija, Además, gente que pasó por lo mismo puede decir que esto es verdad y ver el sacrificio que hace esta gente por los pacientes.
Desde ya muchas gracias a todos los que nos apoyaron mental y espiritualmente con llamados, sms, rezando. A todos, muchas gracias de corazón.
Arnaldo Biava
DNI 29.554.030
Eugenia Valdebenito
Chos Malal