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SEMANA EN SAN MARTIN DE LOS ANDES: Intima traición | ||
Es como la historia íntima de una traición. Es como haber seducido a la chica más linda del barrio, para descubrir que todo era broma, que disfrutó dándonos cabeceadas en el baile por pura crueldad; que se va con otro. Pero hasta en el despecho hay enseñanzas y revelaciones. En marzo pasado, la intendente Luz Sapag y el secretario de Turismo, Raúl Pont Lezica, viajaron a Buenos Aires para reunirse con directivos de la reestatizada Aerolíneas Argentinas. Para más de un observador resultó un tanto sorprendente el entusiasmo del secretario por el retorno al estado de la aerolínea de bandera, siendo, como es, un hombre de libre empresa. Además, Pont Lezica deslizó más de una vez que el mejor destino del aeropuerto regional era su concesión a Aeropuerto 2000, en la inteligencia de que una empresa privada se ocuparía de crear las condiciones para sumar vuelos a San Martín. Pero en su visión práctica, con el retorno de aerolíneas prohijado por el kirchnerismo, la empresa debería demostrar su interés social multiplicando vuelos al abandonado "interior del interior". Y fue a Buenos Aires con ese fin, a sabiendas de que ese era el objetivo ya declarado de la nueva empresa y de la mismísima presidente, tras la salida traumática de los capitales españoles. El secretario y la intendente volvieron contentísimos, con el anuncio de que habría vuelos casi todos los días para esta región, que vive del turismo. Cinco meses después empezó a correr el rumor de que Aerolíneas levantaría la ruta a Chapelco, desde octubre, por razones operativas. Pont Lezica volvió en la semana a la capital, acompañado esta vez del Secretario de Turismo de la Nación (como si Enrique Meyer fuese un funcionario ajeno a las decisiones del mismo gobierno que ahora maneja Aerolíneas), para hacer ver a los directivos que podría arder Troya si se dejaba fuera del calendario a Chapelco. Pues a juzgar por las medias palabras de un parte de prensa oficial, Pont Lezica volvió con una palmadita en el hombro, al estilo de: "quédese tranquilo y dese una vuelta en unos días, que algo se nos va a ocurrir". Tan tranquilo como debió haber estado en marzo... En medio de la disputa, la Cámara de Comercio abandonó todo atisbo de lenguaje diplomático, y se refirió a Aerolíneas Argentinas como "empresa de sabotaje (en lugar de cabotaje)", que "miente" argumentando problemas operativos del aeropuerto Chapelco para levantar sus vuelos. Algunas consideraciones. Aerolíneas sigue perdiendo plata (algunos dicen que más ahora que antes, con 1.200 millones de pesos sólo en el primer semestre), de modo que cabía desconfiar de tanta promesa de bonanza y multitud de aviones y vuelos. Luego, no es la primera vez que la empresa levanta sus frecuencias a Chapelco, bajo el supuesto de que el aeropuerto tiene limitaciones. Pero con o sin carencias de servicios en la terminal, con una compañía privada o estatal, con o sin subsidios (el proyectado es de 2.400 millones para Aerolíneas, en 2009), da la impresión de que Chapelco cae primero cuando las empresas tienen que ajustar los números. La razón es simple: no es un destino aerocomercial prioritario y es insostenible si encima no se llena el avión cuando en el medio hay una guerra de tarifas con el transporte terrestre. Desde esa perspectiva, Aerolíneas y otras empresas serán conquistas fugaces. O traiciones por venir.
FERNANDO BRAVO | ||
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