El fallecimiento del histórico comandante y vicepresidente Juan Almeida marca una baja sensible de la generación histórica de la revolución cubana, liderada por los hermanos Fidel y Raúl Castro. "Permanecerá por siempre en el corazón y la mente de sus compatriotas como paradigma de firmeza revolucionaria", dijo Granma.
Poco después del golpe de Estado que el 10 de marzo de 1952 instaló la dictadura de Fulgencio Batista, Almeida, entonces un albañil de 25 años, conoció al abogado Fidel y se le unió en la lucha que llevó al triunfo de la revolución el 1 de enero de 1959.
Acompañó a Fidel Castro en el frustrado asalto al Cuartel Moncada en 1953, en prisión, en el exilio en México y en la expedición del yate Granma (1956), tras la que subieron a pelear a las montañas de la Sierra Maestra.
Nacido el 17 de febrero de 1927 en una familia obrera de La Habana, Almeida marcó presencia de la población negra y del carácter popular en el más reducido círculo de poder.
Mulato de verbo lacónico pero mordaz, combinó sin protagonismos su actividad en la más alta jerarquía de la revolución con la literatura y la música -con más de 300 canciones de su autoría-. (AFP)