Sábado 12 de Septiembre de 2009 Edicion impresa pag. 40 > Deportes
¿Crisis? ¿Qué crisis?

NUEVA YORK (Especial).- Hace sólo 20 años, la economía estadounidense atravesaba un periodo de apogeo, producto de una década (en realidad, desde 1983) de crecimiento comercial y financiero. La era Reagan, la de la codicia y el auge de las bolsas, produjo estereotipos de grandes "ganadores" sociales, como el Gordon Geko, que personificó Michael Douglas en el film Wall Street.

Pese a eso, al tenis no había llegado ese boom. Sorprende ver las imágenes (están en you tube) de la final entre Boris Becker e Ivan Lendl de aquel año, 1989.

Un Arthur Ashe Stadium "pelado" servía de escenario para una final memorable ganada por el alemán (fue su único triunfo aquí), que le permitiría convertirse en el mejor del mundo de esa temporada.

Cuando decimos estadio "pelado" nos referimos a la nula publicidad y a la ausencia total de anunciantes en todos los rincones del court. Ni un solo logo acompaña las imágenes, pese a que estamos hablando de un tiempo de expansión (hasta el año siguiente al menos) del capitalismo estadounidense.

Naturalmente, esto contrasta de manera notable con la realidad de hoy. El Arthur Ashe Stadium tiene mas carteles que la ruta 2 antes de llegar a Mar del Plata. Chase Manhattan, Continental Airlines, Cannon, American Express, New York Times, Citizen, Heineken, Polo Ralph Lauren son solo algunas de las multinacionales que deciden sponsorear un torneo que a esta altura se convirtió en una suerte de convención de marcas y de negocios.

Son más de 20 las compañías de primer nivel mundial presentes, cada una de las cuales contribuye -con capital o con prestaciones- para hacer de este torneo el que más dinero reparte en el circuito tenístico.

Cada una de ellas, también, tiene un stand o pequeño local en la enorme explanada informe del predio. Cada una de esas empresas ofrece distintos servicios, pero el que más adeptos tiene es American Express, compañía que le regala a cada unos de sus socios un auricular/radio con el que se puede escuchar la transmisión del torneo.

Son las mismas empresas que ayudan a conformar un premio total de 21,6 millones de dólares (1,6 para el ganador y otro tanto para la ganadora), monto que aumentó por tercer año consecutivo. ¿Crisis? Qué crisis? El tenis, parece, es una burbuja en el tiempo.

 

PABLO PERANTUONO
(Especial para "Río Negro")

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