Racing y Gimnasia La Plata igualaron 1 a 1, en Avellaneda, en el partido que abrió la cuarta fecha del torneo Apertura. El equipo de Leonardo Madelón fue muy superior al de Caruso Lombardi y el empate terminó siendo injusto, porque en la cancha hubo un solo equipo que buscó siempre ganar y ese fue Gimnasia.
Con la movilidad de Esteban González y Sebastián Romero, más las escaladas de los laterales y con los dos puntas muy atentos, el equipo platense hizo que el arquero Jorge De Olivera se presentara ante los hinchas de Racing evitando por lo menos cuatro goles. Gimnasia en el primer tiempo generó situaciones con centros, remates desde fuera del área y desbordando a los de Avellaneda por cualquier lugar que se propusieran.
Racing no podía encontrarle la vuelta a la historia, porque su mediocampo hacía agua por todos lados y sólo Marcos Brítez Ojeda mostraba criterio.
Sin embargo, pese a merecer largamente ir perdiendo, se puso en ventaja, luego de una contra que inició Adrián Lucero, siguiendo por Pablo Lugüercio y que culminó con el remate de Ramírez, que Maldonado mandó al fondo del arco en su intento por rechazar. A partir del gol Racing mejoró, pero siguió siendo más Gimnasia, que tardó unos minutos en recuperarse del impacto de ir perdiendo un partido que manejaban a voluntad.
Para el segundo tiempo la historia en el comienzo parecía cambiar, porque los locales se pararon unos metros más adelante, pero eso duró poco. Con el correr de los minutos, si bien Gimnasia no era el del primer tiempo, emparejó las cosas y volvió a generarle peligro a De Olivera. El partido decayó en su intensidad hasta que Gimnasia llegó al empate, luego de una media vuelta de Romero, en una jugada que se inició en un lateral que hizo Alvaro Ormeño.
El empate no terminó de ser justo con Gimnasia, que siempre fue más en la fría noche de Avellaneda. Y Racing, con el tardío ingreso de Sebastián Grazzini no pudo modificar lo mal que jugó a lo largo de toda la noche y por eso terminaron empatando.