NUEVA YORK.- Severino Tamayo fue uno de los que accedieron, como cada año, al centro del solar de lo que fue el World Trade Center para rendir homenaje a su hermano, Héctor Tamayo, un ingeniero de Filipinas que trabajaba en un proyecto en una de las oficinas de las torres gemelas. "Tenía 51 años y estaba a punto de acabar el proyecto", explica Severino. "Esta vez vino menos gente, supongo que por el tiempo".
Por primera vez, los familiares pudieron pisar la llamada Plaza del Memorial que se construirá en la Zona Cero, y que se prevée inaugurar el 2011, décimo aniversario de los atentados.
A través de varios accesos al solar, los parientes y allegados de los fallecidos entraban en silencio hacia la plaza, en tanto que voluntarios les ofrecían pañuelos de papel, rosas para depositar en la zona del memorial, aguas y algunos snacks. Mientras desfilaban esperando su turno, resonaban los nombres de los fallecidos por los altavoces, uno por uno.
Bob Petersen, bombero, explicaba que tras ocho años era la primera vez que se vio con el coraje de regresar a la zona cero. Petersen estuvo trabajando en las operaciones de rescate durante tres días. "Fueron días horribles, estuvimos tratando de buscar supervivientes y sólo encontrábamos cadáveres".