VIEDMA (AV)- "Queremos una condena ya, Justicia, porque sino sentimos que no hemos hecho nada por nuestra hija", aseguró Nicolás Díaz el padre de Verónica, la primera víctima fatal del yectafer adulterado.

Recordó que a los pocos días del triple asesinato de General Rodríguez, "sin audiencia ni nada el juez Oyarbide nos recibió amablemente en su despacho. Nos dio todas las explicaciones de la causa y nos comentó con sorpresa que hacía apenas unos días un abogado -en nombre de uno de los tres asesinados- se había presentado en su juzgado porque ese muchacho (de quien no recordó el nombre) quería declarar sobre el tráfico de medicamentos."

Díaz describió que el juez se manifestó muy impactado ante la noticia que entre esos tres hombres se encontraba el que había intentado hablar de la causa de los medicamentos. "También nos dijo que iba a seguir investigando y que había más y tenía razón con la seña que nos dio pero nos vinimos sin saber que era", dijo el padre de la joven al indicar que el juez les adelantó entonces que el juicio "podría salir para marzo de este año, pero, como se sumaron otros casos se postergó y ahora me imagino que con esto pasará lo mismo".

Reiteró el pedido de justicia por la muerte de su hija que tenía 22 años y no estaba embarazada "pero tenemos que dejar actuar al juez que siempre nos informa sobre la causa".

Sostuvo que la familia sigue bregando por el esclarecimiento de la muerte de Verónica al enfatizar que "mi hija no nos hizo equivocar cuando pedíamos en las marchas mejor atención en el hospital y control de los medicamentos. No sé si nos habrán dado importancia, pero sentíamos que nuestra hija nos decía luchen por eso. Yo ya fui, pero que no se venga otro conmigo por esta causa. Eso es lo que siento".

En relación al triple crimen por la efedrina, Díaz recordó que se informaron mientras almorzaban con su esposa "nos miramos y coincidimos que esto tenía algo que ver con los remedios y no nos equivocamos".

Por su parte, Miguel Cardella, abogado de la familia Díaz, interpretó que la constatación de una nueva muerte a principios de este año, también de una mujer al recibir una inyección de yectafer adulterado generó que el juez ampliara las indagatorias a los integrantes de la banda vinculada al expediente encabezada por Angel Cirullo, que en una publicación periodística se lo vinculó con Sebastián Forza.

"Por lo visto la investigación del juez Oyarbide ha traído una importante ramificación que se ha concretado con los últimos allanamientos con semejantes hallazgos", señaló.