Viernes 11 de Septiembre de 2009 Edicion impresa pag. 5 > Nacionales
Condenan a Al Kassar por la falsa ciudadanía

BUENOS AIRES.- La justicia argentina condenó a cinco años de prisión al traficante de armas de origen sirio Monzer Al Kassar por la obtención irregular de su ciudadanía y solicitó su extradición a España, donde se encuentra detenido, informó ayer una fuente judicial.

Al Kassar fue condenado por "falsedad ideológica de documento público" en el trámite para obtener su ciudadanía y residencia en Argentina en 1990, durante el gobierno de Carlos Menem (1989/99).

La sentencia fue dictada por el juez federal Marcelo Martínez Di Giorgi, quien además reclamó su extradición a España, donde está detenido por tráfico de armas.

La causa penal fue abierta en mayo de 1992 por la denuncia del entonces fiscal de Cámara Gustavo Hornos cuando se conoció que Al Kassar y cuatro miembros de su familia habían obtenido ciudadanía argentina y pasaporte en tiempo record y omitiéndose comprobar sus antecedentes penales.

Según el propio Al Kassar, la foto para su pasaporte había sido tomada en el despacho de Menem, cuyos padres también eran de Siria, en tanto que para realizar los trámites en Migraciones había sido acompañado por Amira Yoma, ex secretaria de Audiencias de la Presidencia y ex cuñada del presidente.

Tras estallar el escándalo, el traficante de armas fue procesado y se declaró "nula de nulidad absoluta e insalvable" su radicación y se ordenó su "inmediata expulsión".

Al Kassar está detenido en España, país que el año pasado concedió su extradición a Estados Unidos, que lo encontró culpable a fines de 2008 por haber comprado y exportado misiles antiaéreos para la guerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Al Kassar obtuvo su ciudadanía argentina en el juzgado federal 2 de Mendoza, aportando datos falsos sobre su residencia y omitiendo informar sobre sus antecedentes penales en el exterior. Para ello dijo haber vivido dos años en Severo de Castillo 4707 en la localidad de Corralitos, Mendoza, algo desmentido por testigos. (AFP)

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