El premio Maestro Ilustre, del ministerio de Educación, permitió conocer la heterogénea labor de docentes, entre ellos de bonaerenses que enseñan a jóvenes en condición vulnerable a fabricar instrumentos andinos. Asimismo, se encuentra un entrerriano que arma proyectos cooperativos, un formoseño que educa y forma laboralmente a etnias wichis y una maestra pampeana que alfabetiza a adultos.
Alba Elizabeth Mancinella, maestra Normal Superior de Olavarría, provincia de Buenos Aires, dicta clases desde hace 25 años en escuelas de esa ciudad y uno de sus proyectos más destacados es La Banda de Sikuris, de la escuela 65, formada en 2002, con tres discos compactos editados.
Mancinella se capacitó además en cerámica artesanal y aborigen, telar aborigen, técnicas pampa, mapuche, música, y cursó estudios de instrumentos aerófonos andinos. Trabaja con adolescentes de medios sociales de alta vulnerabilidad y a partir del arte aborda aspectos pedagógicos, culturales, aporta al fortalecimiento de la autoestima y la valoración del trabajo.
Nelson Hernán Rotar, profesor de Educación General Básica especializado en Educación rural y técnico electromecánico, tiene en su haber actividades y proyectos en la Escuela de Personal Unico Nº 61 Francisco Ramírez (flotante), Tercera Sección Islas, departamento Victoria.
Entre ellos se destacan "Huerta Comunitaria en zona inhóspita", "Fotografía Estenopeica", difundido por Canal Encuentro en el programa Escuelas Argentinas II, y la puesta en marcha del microemprendimiento apícola en el que se desarrolla "el principio cooperativo" que alcanzó una producción de 180 kilos de miel ecológica.
El formoseño José Luis Ruiz es director de la Escuela provincial de Educación Secundaria 2 de modalidad intercultural bilingüe, del Potrerillo, Departamento Ramón Lista, donde inició su carrera como profesor de matemática en 1989. En el marco de la identidad institucional anima el proceso educativo integral con adolescentes y jóvenes wichi y criollos, que convoca a estudiantes de comunidades y parajes de zonas de influencia.
El directivo involucra a los docentes para orientar su trabajo hacia el desarrollo sociocomunitario de sus alumnos en sus contextos. Allí se generan estrategias para que los alumnos se sientan responsables de su inserción institucional, capaces de autoevaluar sus procesos de crecimiento y donde los profesores participan efectivamente en la construcción de propuestas pedagógicas significativas.
Se destaca su gestión en el acompañamiento a egresados que se proponen iniciar emprendimientos familiares de carácter productivo o a quienes se proponen proseguir estudios superiores. Lidia Ester Macía es oriunda de La Pampa, profesora en Enseñanza Primaria en la Universidad del Sur, Bahía Blanca, y maestra especializada en Educación del Adulto.
Asimismo, se desempeñó como maestra de alfabetización y maestra de ciclo en el Centro Educativo N° 29 de la localidad de La Adela durante 27 años y continúa en su puesto. La matrícula de esta institución está compuesta por adultos y adolescentes jóvenes que abandonaron la escuela común.
Aún cuando posee las calificaciones necesarias y tuvo posibilidades de acceder a cargos en la modalidad común a través de ascensos, prefirió continuar como maestra de ciclo, cargo que viene ejerciendo desde hace 30 años.
(DyN)