La inauguración del autódromo de Centenario cubrió un vacío histórico en el automovilismo neuquino y de paso le permitió a la región pasar a contar con tres cir- cuitos habilitados para recibir a las mejores categorías nacionales, sin contar un cuarto que está en etapa de refacción.
El nuevo autódromo de Centenario cosechó elogios por su moderna construcción e infraestructura, demostrando que quienes proyectaron la obra no estarán equivocados.
Las críticas, infaltables por cierto, apuntaron al lugar que se eligió, porque está ubicado en plena meseta patagónica, lo que lo deja a merced de los vientos, no tan habituales, pero que cuando llegan hacen estragos.
Algo que saben los dirigentes de la "Colonia", que en breve comenzarán a trabajar para solucionarlo con un importante proyecto de parquización. No lo hicieron antes por la falta de agua.
No fueron muchos los autódromos que se construyeron en los últimos tiempos. Uno de los primeros de avanzada fue el de Viedma, de generosas dimensiones, pero con escasa forestación y muchos problemas cuando aparece el viento. También con falencias en los accesos y no mucha disponibilidad hotelera.
El último es Centenario. Aparece en el medio de la barda y es imponente. Sus modernas instalaciones de pista y boxes llamaron la atención, aunque el viento y la tierra hicieron desastre en la clasificación del TC 2000, todo porque no se le permitió regar a los organizadores, porque los tiempos de la tevé mandaron.
Entre tantos elogios a la infraestructura del nuevo autódromo aparecieron las críticas por las incómodas ráfagadas y la tierra, algo que no se puede manejar, aunque se atenuará en el futuro.
La falta de resguardo para algunos factores climáticos atenta con esta obra, producto de una inversión superior a los 17 millones de pesos realizada por la gobernación provincial, apuntada a cubrir una necesidad del automovilismo neuquino, pero que también tiene su reintegro en lo económico, por todo lo que representa la movida de una categoría nacional.
Las virtudes del autódromo de Centenario están a la vista, tanto en el dibujo de sus cuatro circuitos como en sus instalaciones de boxes, donde se pensó en todo.
Es más, con el césped en el interno y externo de la pista se evitó la polvareda tan temida cuando un auto se va afuera.
Si se hubieran prolongado con asfalto las curvas, los pilotos también la hubieran usado e invariablemente en una pasada llegaban a la tierra, pero el césped los obligó a transitar por donde se debe y cuando un auto se descontroló estaba el espacio verde antes de la contención.
Las falencias son solucionables. Urge la forestación, que está en los planes de quienes proyectaron la obra. Una lástima que no empezaron cuando comenzó la construcción, pero chocan con la falta de agua, que se solucionará en breve. El otro tema es el de los ingresos, insuficientes, por más que se trabajó muy bien en lo organizativo, aunque también con posibilidades de solución rápida.
Centenario no tiene capacidad hotelera y gastronómica. Pero no es problema, porque está a pocos kilómetros de Neuquén y todo queda en la provincia.
Algo similar en el tema de ingresos sucede con el de Viedma y con el "General Enrique Mosconi" de Allen, que está en refacción, con un trabajo silencioso que sorprenderá por la calidad de la obra, aunque se encuentra en una zona difícil cuando aparece el viento. Una de sus contras eran los acceso, solucionada con un amplio camino que lleva directo de la ruta chica al circuito .
El autódromo de Roca es el más acotado en dimensiones. Se construyó a comienzos de la década del ´70 y se fue adecuando a las necesidades de las categorías. Ahora, cambiaría su sentido de giro. Tiene un buen playón de boxes y una torre de control que necesita ampliarse.
Roca tiene otras cosas que le juegan a favor, como una generosa vegetación, una ubicación privilegiada comparándola con el resto de los circuitos en la Patagonia, vías de accesos asfaltadas y está muy cerca del centro de la ciudad, algo que le gusta tanto a los pilotos como los equipos.
Cada autódromo tiene lo suyo y la región goza de un privilegio en relación con otros lugares.
Centenario es una realidad. Ahora el desafío pasa por solucionar las falencias que quedaron a la vista en su primer examen, aunque el saldo terminó siendo muy positivo, tanto desde el circuito como en lo organizativo y en respuesta de aficionados, tal vez una de las marcas difíciles de superar en el año contando a todas las categorías.