El sindicalista insistió en que "los grandes ausentes" entre los ex operarios de Indupa, son los que trabajaron en la sala de frío y de polímeros. "Algunos no llegaron ni a tramitar su jubilación porque fallecieron".
-¿De qué fallecieron?
-La mayoría de cáncer. Son los que entraron en la década del 60, son contados los que están vivos.
-¿El sanatorio de Industrias Químicas tiene un registro?
-Hay médicos que trabajaron en Indupa y conocieron quiénes tenían problemas. Los ex indupanos no se atendían en el sanatorio, Indupa tenía su cuerpo médico, el control de todos los trabajadores lo hacía la empresa y la documentación la tenían ellos. Sabemos que a aquellos que tenían enfermedades, la empresa los sacaba del sector en el que trabajaban y los ascendía o los cambiaba a un plantel jerárquico. Los empleados jerárquicos tenían muy buena cobertura social. El que pasaba a empleado ganaba el doble que el obrero.
-¿Y los archivos médicos de los ex indupanos?
-El cuerpo médico de la empresa tenía su sala sanitaria y atendía todos los días de mañana, les daba medicamentos, hacía controles periódicos cada seis meses, rayos de manos, pies y tórax. Ya había antecedentes de que el monómero comía los huesos, los primeros años del PVC mostraban las radiografías y no aparecían los huesos (completos), por eso hacían placas tanto de los pies como de las manos. Esas, nunca se las entregaban. Hoy no sé si existen. Cuando Indupa se retiró de acá en el 96 se llevó todo.
-¿El sindicato nunca hizo un relevamiento de la cantidad de ex empleados con enfermedades extrañas o con cáncer?
-Algunos de nosotros lo quisimos hacer pero la gente no tiene paciencia. Cuando logramos juntar a toda la gente eran reuniones masivas, con senadores, diputados y los quise comprometer. Hoy me parece bien la causa que se está llevando adelante, pero en aquel momento hubo mucho celo político. Es difícil manejar la situación como la de los ex trabajadores. Cuando se quiso comprobar que había sido insalubre, no se logró.