SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El programa desarrollado por la Fundación Jorge Kittl de esta ciudad fue premiado en el concurso "Mejores prácticas en políticas y programas de juventud en América Latina y El Caribe", en la categoría educación. El trabajo promueve el comportamiento emprendedor y la creación de empresas a través del sistema formal de educación y se desarrolla en la provincia de Chubut. Por el contrario, en Río Negro, donde se puso en marcha en el 2004, dejó de usarse.
El trabajo de la Fundación local fue premiado entre más de un millar de ponencias presentadas en el concurso, junto a otros 29, entre los cuales hay dos más de Argentina. Es el único distinguido en la categoría "Educación" y constituye un reconocimiento a la investigación y la labor de los profesionales radicados en esta ciudad que lo desarrollaron.
El concurso se centró en ocho temas: desarrollo integral juvenil; participación juvenil; voluntariado; educación; empleo; salud sexual y reproductiva; prevención de la violencia juvenil y reducción de la pobreza. La selección de los proyectos estuvo a cargo de técnicos de Unicef, Unesco, BID Area Juventud, Cepal y otra veintena de instituciones y ONG. Las conclusiones pueden verse en www.youthpractices.ucol.mx en su versión en español.
El programa premiado fue desarrollado durante los primeros años del nuevo milenio sobre un pedido de la Fundación Gente Nueva, para mejorar la propuesta educativa en los jóvenes en situación de riesgo por la extrema pobreza económica. "El objetivo básico fue generar un sistema que los acerque a la cultura emprendedora, que los aleje de la cultura de la marginación y la dependencia, el asistencialismo y los planes de subsidios. Debía generar formas de capacitación para que puedan insertarse en una actividad productiva, digna y en la sociedad", explicó Patricia Vedoya, presidenta ejecutiva de la Fundación Kittl, creada hace dos décadas.
Recordó que este programa "obtuvo el apoyo del BID y comenzó a implementarse en esta ciudad, General Roca y varias localidades de El Chubut".
Dijo que fue una experiencia nueva para la Fundación, orientada mayoritariamente al asesoramiento de pequeños empresarios, en promover el comportamiento emprendedor y la creación de empresas en distintos grupos sociales, principalmente jóvenes.
Vedoya explicó que la propuesta arranca en el año 2003 y consistió en capacitar con un mínimo de 20 docentes, con horas cátedra en ejecución en los últimos años de nivel medio de la escuela pública, para que los mismos adaptaran sus currículos incorporando la metodología y los contenidos procedimentales y actitudinales de la educación emprendedora durante sus horas cátedra, a partir de un cambio en su estilo de enseñanza. Ese cambio para ser permanente debía guardar correspondencia con los currículos provinciales aprobados por las autoridades de Educación.
"Nuestro desafío fue hacerlo desde adentro. Construirlo con la escuela, entendiendo a la misma como un subsistema dentro de la comunidad, para que ese currículo pudiera ser incorporado como parte del proyecto educativo institucional, desde una apropiación teórico-práctica y contextualización a la cultura institucional de las distintas escuelas", explicó.
Luego de unos meses de estudio y análisis sobre la estructura y currículos provinciales se preparó un documento curricular de aplicación regional y de carácter transversal a distintas áreas o materias.
Esto es: no se generó una nueva materia o taller a incorporar, con una nueva carga horaria en el nivel medio, optativa para los alumnos, sino que se trabajó en base a objetivos y contenidos de aprendizaje (materias existentes en los currículos escolares y regionales de estudio obligatorio para los alumnos de los últimos años del ciclo).