Como si se tratara de una serie de mamushkas, en materia de tendencias comunicacionales hoy se afianzan los medios dentro de los medios y las transmutaciones de género. Los contenidos mediáticos rebotan de un canal a otro, adaptan formatos y dan lugar a productos remixados y, en algunos casos, son dirigidos por el mismísimo público.
En los últimos cinco años, los medios de comunicación han debido replantear su relación con la audiencia y han adquirido una dinámica evolutiva sin precedentes.
Por ejemplo, cada vez hay más medios dentro de los medios: portales de emisoras radiales con noticias textuales, diarios .com con streaming de videos destacados y matutinos que invitan a actualizar la información desde la edición web.
Pero sin lugar a dudas, el mejor ejemplo de transposición de medios son los blogs de periodistas implantados en las ediciones on-line de los diarios, a la espera de ser cliqueados por lectores interesados en seguir los vericuetos de aquellas noticias que fueran despachadas como chorizos.
Afortunadamente, esos espacios de opinión más reflexivos son la salvaguarda de los efectos nocivos de la aceleración tecnológica que hace que los diarios de la mañana se vuelvan viejos antes de llegar al quiosco y que los móviles de los canales de noticias se parezcan a las carretas. El otro cambio mediático que se arraiga es el efecto "transformers" de las últimas producciones audiovisuales: novelas hechas para celular y adaptadas luego para televisión, el fenómeno Facebook que será llevado a la pantalla grande o los filmes que se podrán alquilar vía YouTube, casi en simultáneo con su estreno cinematográfico.
Como público, hoy se asiste a un permanente cambio de canal. Pero no se trata del tan temido y mortal acto de zapeo sino del pasaje de un producto que fue pensado para ser difundido en determinado espacio y que termina siendo comercializado en otra plataforma. El blog "Ciega a citas" devenido unitario televisivo es una muestra de este cambio de paradigma. Esta ficción que podrá verse en octubre por Canal 7 se suma a la lista de producciones tan osadas como novedosas. "Diario de una prostituta", por ejemplo, es una bitácora que fue adaptada al formato reality show. "Dirigime" y "Amanda O", por su parte, fueron dos novelas pensadas para celular o internet y luego transmitidas por televisión. Pero lo innovador de estas producciones fue que permitían a los espectadores guiar el curso de las historias. Los medios mutan, se hibridizan, se reciclan y la industria hace malabares para sobrevivir a las exigencias de un público que se ha ido acostumbrando a la multiplicidad de pantallas.
Hoy el nuevo poder de la audiencia reside no sólo en su capacidad de usar el control remoto sino de disponer el orden de su consumo, añadir contenido y elegir el final de una tira audiovisual.
MARIELA BLANCO (*)
DyN
(*) Periodista y analista de medios