NUEVA YORK (DPA).- En todo el mundo murieron el año pasado 8,8 millones de niños antes de cumplir los cinco años, la mayoría de enfermedades evitables o fácilmente tratables, según informó ayer el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Nueva York.
Las posibilidades de supervivencia para los niños han mejorado de forma clara desde 1990 en los países en desarrollo, pero el hecho de que cada año sigan muriendo millones de pequeños "es inaceptable", subrayó la directora de Unicef, Ann M. Veneman.
De acuerdo a los datos que reveló el organismo desde su sede en Estados Unidos, las principales causas de muerte son sobre todo diarreas, neumonías, desnutrición, malaria y sida.
El 40 por ciento de las muertes se produce en tres países muy poblados: la India, Nigeria y la República Democrática del Congo.
Si no se hacen avances allí, se incumplirá un importante objetivo del milenio de la ONU, el de reducir la mortalidad infantil en dos tercios hasta 2015 en todo el mundo con respecto a los niveles de 1990.
Ese año fallecieron 12,7 millones de menores de cinco años como consecuencia de la desnutrición y enfermedades.
"En comparación con 1990 mueren a diario 10.000 niños menos", dijo Veneman, es decir, una reducción del 28 por ciento.
Casi en todas partes se advierten avances, pero con enormes diferencias según la región. El 93 por ciento de todos los casos de muerte se producen en África y Asia. En algunos países -como Sudáfrica, por el sida- la mortalidad incluso aumentó desde 1990.
Por el contrario, Bolivia, Malawi, Nepal, Bangladesh, Eritrea, Laos y Mongolia forman parte de las naciones con un buen desarrollo, gracias a medidas como la vacunación, protección de la malaria o distribución de vitamina A. Pero incluso estas cifras a la baja "son absolutamente inaceptables", subrayó también una portavoz de Unicef en Colonia, Alemania.
"Es bueno que se hayan logrado avances en muchos países, pero hay que aumentar los esfuerzos. Los niños mueren en su mayoría de enfermedades que se podrían tratar tan fácilmente", indicó Helga Kuhn.
"Con la creación de un sistema de salud sencillo se podrían salvar muchas vidas de niños en muchos países", añadió.
Las cifras surgen de documentación de Unicef, el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud.