Miércoles 09 de Septiembre de 2009 Edicion impresa pag. 26 > Salud
Reconstrucción y aumento mamario sin prótesis
La técnica consiste en la transferencia de tejido graso propio y células madre. Expertos argentinos comenzarán a emplear en breve este innovador procedimiento.

Cada año, se diagnostican entre 15.000 y 18.000 nuevos casos de cáncer de mama en la Argentina; muchas de las mujeres afectadas deberán someterse a cirugía conservadora, que es aquella que involucra sólo una parte de la mama, o, en algunos casos, a la extirpación completa de la mama (´mastectomía´) para combatir esta enfermedad. Las secuelas psicológicas de estas intervenciones pueden reducirse notablemente con la llamada ´reconstrucción mamaria´, una cirugía plástica reparadora que devuelve al seno su forma original.

Tanto para estas pacientes como para las mujeres que desean agrandar su busto sin implantes, se acaba de presentar por primera vez en la Argentina una revolucionaria técnica que permite reconstruir y/o agrandar una mama mediante la transferencia de tejido graso autólogo (propio) y células madre, sin utilizar prótesis. También puede emplearse en mujeres que tienen complicaciones post-implante mamario.

Durante un encuentro en el hospital Alemán de Buenos Aires, el dr. Klaus Ueberreiter, jefe de cirugía plástica de la Asklepios Klinik (Berlín, Alemania), presentó este procedimiento, llamado Método BEAULI (Breast Augmentation by Lipotransfer), que él contribuyó a desarrollar.

Para implementarlo, la compañía alemana Human-Med ideó un dispositivo especial ´asistido por agua´, denominado WAL (Water jet-assisted lipoplasty) que extrae tejido graso del abdomen y los muslos de la paciente conservando ´viva´ a la grasa extraída y preservando las numerosas células madre que ésta contiene.

El Ueberreiter confirmó que "las células injertadas quedan permanentemente en el tejido, y después de unas seis semanas, el 80% de las células trasplantadas se encuentran integradas al tejido receptor". El científico remarcó que este procedimiento, de carácter ambulatorio, permite que el tejido graso sea extraído y transferido en una sola operación que dura unas dos horas. "La vitalidad y tasa de integración de las células grasas son muy buenas".

Esta técnica cuenta con la aprobación de la FDA (Food and Drug Administration) de EE.UU. y de la CE (Europa), entre otras. En principio, en la Argentina se utilizará en centros médicos como el hospital Alemán y el Británico de Buenos Aires, pero se espera que a la brevedad la técnica se extienda a las principales ciudades de todo el país.

"Este sistema permite estandarizar el método y los resultados", explicó el dr. Francisco Gabriel Errea, jefe del servicio de cirugía plástica del hospital Británico de Buenos Aires. "Se infiltra líquido en el tejido adiposo, y la grasa se separa y se extrae sin que resulte dañada en el procedimiento. Luego es procesada mediante un filtro especial, para obtener tejido útil y se inyecta en la mama (no en la glándula mamaria), con resultados positivos a largo plazo".

En una aplicación se pueden injertar hasta 200 ml de grasa, por lo que si el tamaño requerido fuera mayor serán necesarias más sesiones (las prótesis de siliconas estándar en nuestro país son más grandes y aumentaron de tamaño en los últimos años, utilizándose actualmente las de 250 ml a 325 ml).

El dr. Gustavo E. Prezzavento, jefe del servicio de cirugía plástica y reparadora del hospital Alemán, comentó que "al hacer el injerto hay que utilizar células que van a sobrevivir. Este método no ´rompe´ el tejido que se va a injertar, y permite transferir tanto células grasas maduras (adipocitos) como pre-adipocitos y células madre que pueden subsanar el tejido si un adipocito muere".

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