VENECIA (DPA).- La guerra, vista en tono de comedia y en forma de drama bélico, copó ayer las pantallas del Festival de Venecia, donde el rey absoluto fue George Clooney que, a su pesar, puso la nota frívola.
El actor protagoniza "The Men Who Stare at Goats", la comedia con la que debuta en la dirección su amigo Grant Heslov, más conocido como actor.
Inspirada libremente en la novela homónima de Jon Ronson, en los títulos de crédito iniciales ya se advierte que la película es tan verídica como el espectador esté dispuesto a creer.
Clooney interpreta a un soldado con poderes paranormales que es reclutado en los 80 por un veterano de la guerra de Vietnam (Jeff Bridges), que forma una nueva unidad experimental del Ejército basándose en la cultura hippie, las drogas, el yoga y el pacifismo.
Un periodista (Ewan McGregor), que marcha a la guerra de Irak por un desamor, investiga a este "Ejército de la Nueva Tierra" con capacidad para leer la mente del enemigo, atravesar paredes e incluso matar a una cabra tan sólo mirándola fijamente.
"Las partes más tontas son las que son verdad", aseguró Clooney en una rueda de prensa tan concurrida como ridícula, especialmente por el protagonismo que buscaban acaparar algunos periodistas preguntando al soltero de oro de Hollywood sobre los rumores de su presunta homosexualidad (ver aparte). Al explicar por qué llevaba la mano vendada, el atractivo actor comentó que se había herido con un la puerta de un coche porque se estaba volviendo estúpido con los años.
Clooney hizo gala así de ese sentido del humor que los hermanos Coen han sacado a relucir para la gran pantalla en "Quémese después de leer" y que Heslov también explota ahora.
Con los años, a Clooney le llueven los guiones, pero con quien más a gusto trabaja es con sus amigos. Heslov fue su compañero cuando tomaba clases de actuación en los años 80. Participó en el guión de "Buenas noches, buena suerte", dirigida por Clooney, a quien apoyará desde la producción en uno de sus próximos trabajos, "A Very Private Gentleman". El actor regresa con esta comedia a los desiertos de Cercano Oriente, donde ya estuvo con "Syriana" o "Tres reyes".
Y casi sin cambiar de región, la guerra se impuso en la sección oficial con el impactante drama "Lebanon", del debutante Samuel Maoz. Está ambientada en la guerra de Líbano de 1982, la guerra en la que participó el director, quien jamás olvidará el 6 de junio de ese año, cuando a las 6:15 de la mañana mató por primera vez a una persona en su vida. El director, que entonces tenía 20 años, explica que no fue por orden alguna sino que se debió a una reacción del puro instinto de supervivencia. Y así es como actúan los protagonistas de este intenso y poderoso drama bélico, un grupo de soldados novatos que va al frente por primera vez.
Maoz coloca la cámara dentro del tanque y no la saca en todo el metraje para proporcionar al espectador las mismas sensaciones que vivieron él y sus compañeros.
"No quiero que el espectador lo entienda, sino que lo sienta", aseguró el cineasta, quien fue esquivo a la hora de responder si justificaba la guerra.
"La guerra es una experiencia muy dramática que no se puede explicar", añadió.
La jornada competitiva se completó con la italiana Francesca Comencini, que dirige un drama sobre la maternidad y la mujer en el que destaca el trabajo de la protagonista Margherita Buy.