SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM).- Dos jóvenes discapacitados dejaron de concurrir a una escuela laboral porque la obra social PAMI, de la que son afiliados a cargo, suspendió el pago del servicio de taxi que les servía de transporte. La deuda se acumula desde el inicio mismo de las clases, por lo que el transportista levantó el servicio semanas atrás. Los damnificados acudirán a la justicia para hacer valer sus derechos.
Así lo denunciaron "con enojo e indignación" los jóvenes Bernardo Oyarzún y Silvio del Pino, de 19 y 20 años, quienes se domicilian en el barrio Villa Vega San Martín. Uno de ellos padece discapacidad visual y el otro motora, y dejaron de recibir el servicio de transporte desde el pasado 19 de agosto.
En una carta que entregaron a los medios, los jóvenes recuerdan que "nuestras madres colaboran con nosotros, pero por momentos en esta situación nos sentimos una carga. En nuestro caso -continúa el escrito- nos tienen que acompañar porque o usamos bastón o tienen que alzarnos para subirnos a un colectivo que no está preparado".
"Entonces nos quedamos en nuestras casas, sin nada más que hacer. No queremos que nos pase eso pero no tenemos otra alternativa. Nuestras madres no tienen dinero para pagarnos diariamente un taxi", afirman.
Oyarzún y Del Pino recurrieron a la asociación local "Puentes de Luz" (que, a su vez, difundió el escrito), que "nos ha ayudado a presentar una nota a PAMI para que reconozcan nuestro derecho y, si no lo hacen, no quedará otra que pedirle a la justicia que nos proteja; pero todo esto lleva tiempo y nosotros seguimos perdiendo días de no ir a la escuela y queremos aprender".
En ese contexto se preguntan "¿quién hace cumplir la ley? ¿Quién puede decirle a PAMI que haga lo que le corresponde, en este caso pagarle a los taxis que nos tienen que transportar?".
Los jóvenes apuntan que "no queremos ser tratados con lástima ni estamos pidiendo limosna; solo pretendemos que nos respeten".
En ese sentido, dicen estar "aburridos" de que "nuestras madres hagan papeles y papeles. Todos los años se repiten los mismos problemas en estas y en otras cosas; por ejemplo se pide una silla de ruedas y llega una que no tiene las características de lo que se solicitaba. Y en otras oportunidades uno siente que lo bicicletean cuando nos dicen en la sede de aquí que todo lo deciden en Neuquén".