La fecha de mañana se completará con el duelo entre los dos punteros de la eliminatoria.
Brasil dejó claro que manda en Sudámerica y su partido ante Chile lo jugará sin Kaká, Lucio ni el goleador Luis Fabiano que llegaron al límite de tarjetas amarillas y cumplirán una jornada de suspensión. También están en duda el arquero Julio César y Robinho, que llegaron de Argentina golpeados. Será sólo para la estadística y para que su torcida una vez más le rinda pleitesía al Scratch y se rectifique con el antes criticado técnico Dunga.
"Es demasiada presunción pensar que el equipo está listo cuando todavía falta un año para el Mundial", declaró el entrenador en una rueda de prensa en Salvador de Bahía. También anunció que reforzará la férrea disciplina que le impone al plantel, pues "si en Brasil agarramos a once chicos de la calle, tenemos un equipo favorito para el Mundial, pero la selección todavía no ha llegado al punto al que debe llegar".
Chile por su lado buscará retomar vuelo tras el pobre 2-2 ante Venezuela en el Estadio Nacional de Santiago. "Vamos a intentar atacar más que defender, tratar de tener la pelota más que correr detrás de ella intentando recuperarla. Lo que no vamos a hacer es salir a especular", anticipó el técnico de la "roja", el argentino Marcelo Bielsa.