Lunes 07 de Septiembre de 2009 Edicion impresa pag. 10 > Regionales
Anularon licencia al juez Rimaro y mandan investigar al psiquiatra
El TSJ tomó decisiones respecto de los hechos ocurridos en el 2007

NEUQUÉN (AN)- El Tribunal Superior de Justicia anuló la licencia psiquiátrica que le impusieron al juez Héctor Rimaro en noviembre de 2007, y dispuso instruir un sumario para que se investigue la conducta del médico que firmó el certificado, Oscar Romero, y de una tocoginecóloga que lo refrendó sin haber participado en la evaluación del magistrado, Mariela Kugler. Ambos pertenecen al cuerpo médico forense del Poder Judicial.

A Rimaro le impusieron esa licencia en noviembre de 2007, luego de que votara a favor de la inclusión de ATEN como querellante en la causa Fuentealba II.

Según el gremio docente, fue en represalia por haber aceptado la postura de ATEN y para que el voto de Rimaro sea anulado.

El ex vocal Eduardo Badano, destituido por un juicio político, fue el que dispuso la licencia por 30 días de Rimaro aunque una semana después dio marcha atrás y lo reincorporó a su trabajo.

Ambas resoluciones administrativas (la que otorga la licencia y la que lo devuelve al puesto) fueron declaradas nulas.

El TSJ, en un fallo unánime al que accedió "Río Negro", ordenó el sumario porque "se habría generado un supuesto incumplimiento de los deberes propios del cargo de los profesionales médicos intervinientes".

En su momento se había abierto una causa penal para investigar si Badano y los médicos habían cometido algún delito al otorgar la licencia. La fiscal Soledad Rangone pidió el archivo de la causa y Rimaro, quien quería ser aceptado como querellante, recién lo logró cuando el expediente ya estaba cerrado por el juez Juan Gago.

El fallo del TSJ destaca que Rimaro fue evaluado durante sólo diez minutos por Romero quien le diagnosticó un trastorno adaptativo por lo cual necesitaba una licencia de 30 días que Badano, en ese entonces presidente del TSJ, le concedió de inmediato.

Para contrarrestarlo, Rimaro vio a siete psiquiatras y psicólogos que tras una serie de evaluaciones refutaron el diagnóstico. Uno de los consultados fue José Lumerman, quien dejó en claro que para arribar a un dictamen de cualquier patología se requieren "por lo menos tres entrevistas".

En su descargo, Romero dijo que "en toda entrevista nunca el mínimo es de 30 minutos, aunque pasados los 10 o 15 minutos ya se tiene el diagnóstico".

Rimaro había pedido un día de licencia por estudio, y en una charla con Badano le comentó problemas de convivencia internos en la Cámara de Apelaciones, de la cual es integrante. Por eso Badano le sugirió que fuera a ver a Romero.

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