BRASILIA (DPA/AFP).- Brasil firmará hoy con Francia el mayor acuerdo militar de su historia reciente, con la compra de submarinos y helicópteros franceses, en un negocio que rondará los 12.295 millones de dólares, informa el diario "Folha de Sao Paulo".
Sarkozy llegó ayer a Brasil para una corta visita de Estado durante la que espera finalmente cerrar -aunque aún no pueda anunciar- la primera y esperada victoria en las ventas del avión francés de combate Rafale fuera de Francia.
El jueves, el Senado brasileño aprobó un acuerdo por el que se fabricaría el primer submarino de propulsión nuclear en América Latina. El acuerdo será firmado en el segundo día de la visita oficial que realiza el presidente francés, Nicolás Sarkozy, a Brasil, y se enmarca en la Asociación Estratégica que ambos países acordaron en diciembre pasado.
El negocio incluye la compra por parte de Brasil de cuatro submarinos convencionales Scorpene, la producción del casco del primer submarino a propulsión nuclear que se construirá en Brasil, y la construcción de una base naval y de un astillero en Río de Janeiro. El diario "O Estado de Sao Paulo" afirma que Brasil comprará además 51 helicópteros Cougar EC-725. El acuerdo, según la prensa local, será sellado entre Sarkozy y el mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, después de que ambos participen en Brasilia de los festejos por la independencia de Brasil.
El costo de los equipamientos bélicos que Brasil comprará a Francia es superior al invertido por Venezuela, que adquirió equipamiento similar de Rusia, y al de los acuerdos entre Colombia y Estados Unidos sobre el uso de bases colombianas.
Un punto escencial de la agenda es la licitación brasileña para comprar 36 aviones caza de última generación.
El resultado de esa licitación no debe ser anunciado durante esta visita, pero el avión Rafale, de la francesa Dassault, aparece como franco favorito por delante del sueco Gripen, fabricado por Saab, y el estadounidense F/A-18, de la gigante Boeing.
Para convencer al gigante sudamericano, que desea desarrollar su propia industria de defensa, Francia aceptó un acuerdo de transferencia de tecnología considerado sin precedentes y cuenta con la relación privilegiada entre los dos jefes de estado para vencer la apuesta.