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LA SEMANA EN SAN MARTÍN: Quedan pocos agujeros en el cinto | ||
Mientras la Secretaría de Turismo de San Martín de los Andes ha elegido el optimismo tenaz para hacer frente a una temporada inquietante, más de un hotelero, un gastronómico o un tendero se pregunta cómo hará para pagar las cuentas. El invierno languidece con incertidumbre en las calles. Buena parte de los consultados por este diario entre comercios y empresas coincide en que hoy "es muy difícil cobrar", como si la cadena de pagos fuese lo primero que acusa recibo de las vacas flacas. Desde el lado del turismo, los números oficiales de la temporada indican que julio cerró con los mismos porcentajes de ocupación por plazas que en igual mes de 2008, pero agosto concluyó 22 puntos por debajo de los registros del año pasado. A su turno, los hoteleros hacen proyecciones dramáticas. La asociación estima que el 2009 cerrará con un 29% de ocupación promedio, lo que anticipa más de un quebranto. Si se asume que, encima, aumentaron los costos del empleador de un año al otro, se advertirá por qué la mayoría no comparte la esperanzadora visión del "no estamos tan mal", con la que el secretario de Turismo, Raúl Pont Lezica, intenta capear el temporal cada vez que le preguntan. Pero conviene repasar otros datos, que podrían sorprender al desavisado. Julio de 2008 comenzó con 5.540 camas ofrecidas y agosto se inició con 6.084. Un año después, julio de 2009 largó con 6.270 plazas ofrecidas y agosto lo hizo con 6.613. Entre puntas, la cantidad de camas creció en más de un millar. Ergo, hay más camas disponibles con menos ocupación, aunque no necesariamente menos turistas. En unos meses más se conocerán los resultados de la encuesta de invierno, que de seguro recogerá un aumento en el gasto turístico por persona respecto de 2008, pero habrá que ver si ese incremento (descontando la inflación) compensa el hecho de que cada vez hay que repartir el dinero entre más comensales sentados a la misma mesa. Y si no, vea el lector otros números: en los primeros seis meses del año hubo 41 bajas comerciales declaradas en el municipio pero fueron 92 las altas, lo que implica que con crisis, incertidumbre y sensación de caída de ingresos, los que se suman al mercado duplican y más a los que se bajan de él (aun admitiendo que, en algunos casos, los mismos que cierran en un rubro abren luego en otro). Otra arista sorprendente es que Hacienda admite apenas una caída de dos puntos en la recaudación acumulada por servicios retributivos y tasas comerciales a la fecha, con un proyectado similar hasta fin de año. Boleta pagada contra boleta emitida, San Martín de los Andes es uno de municipios de mayor índice de cobrabilidad en la provincia, con alrededor del 76% al cabo del año fiscal. Si cae al 73, como pronostican en los despachos de la intendencia, nadie saldrá a hacer pucheros en medio del angustiante contexto general. Pero aquí tampoco vale un optimismo desmedido. Habrá que ver cómo se comporta la morosidad en 2010 y cuál será el arrastre real de los muchos que hoy se están ajustando el cinto. Y ya les quedan pocos agujeros.
FERNANDO BRAVO | ||
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