Domingo 06 de Septiembre de 2009 Edicion impresa pag. 12 > Regionales
Ocho mil productores viven de lo que cultivan
La mayoría tiene entre tres y cinco hectáreas. Se dedican a las hortalizas, frutas finas y ganado.

NEUQUÉN (AN).- Unos 8.000 pequeños productores viven de lo que cultivan en la provincia. La mayoría de ellos tiene entre tres y cinco hectáreas. La situación endeble en la que se desempeñan hace que puedan hacer una pequeña diferencia, si el clima y el andamiaje burocrático se los permite, para vender el excedente de lo que consumen.

Si se dedican al cultivo de hortalizas y algunas frutas finas, se ubican, principalmente, en la zona de la Confluencia: Neuquén, Plottier, Senillosa y Centenario.

En el norte, son muchos más, si bien cada uno suele estar librado a las capacidades y la ayuda que por separado pueden encontrar: manejan cerca de 1,5 millón de cabezas de ganado caprino. La cifra representa casi el 90 por ciento del total de las cabezas que hay en toda la provincia.

En ambos casos, tanto los que se dedican a la agricultura como a la cría de animales, dependen casi exclusivamente de sus familias para poder cultivar o arrear los animales en, por ejemplo, las escarpadas laderas de la Cordillera del Viento.

Los datos los dio a conocer Wálter Mela, el delegado provincial de la subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar de la Nación, un organismo que comenzó a capacitar, ofrecer líneas de crédito y dar apoyo técnico a los pequeños emprendedores familiares, con la finalidad de "que se queden en el campo y puedan construir una alternativa de vida que no los haga incurrir en la cultura del subsidio como forma de vida".

"Lo que estamos buscando es fortalecer la estructura productiva", explicó Mela.

Uno de los desafíos es lograr que se agrupen para lograr mejores condiciones de inserción en el mercado.

Es algo que por ahora logran a baja escala, pero así y todo tienen cierta salida. "La idea es darles respaldo para que puedan organizarse y encontrar una fuente de ingresos sustentable en el tiempo", afirmó.

Por ahora esa salida al mercado, de forma organizada, sólo se da en cinco ferias distribuidas en el interior de la provincia, si bien por separado muchos de ellos logran colocar sus productos que cuentan con el valor adicional de una producción caracterizada por un uso de agroquímicos mucho menor que en plantaciones a gran escala, lo que los coloca en cierta situación diferencial respecto a los actores más poderosos del sector.

Una de esas ferias funciona los viernes y sábados en Plaza Huincul. Allí, productores de Sauzal Bonito aprovechan las malas condiciones de riego e infraestructura de la ciudad petrolera, lo que implica dificultades para cultivar, y colocan el fruto de su trabajo.

En Zapala, funciona la de Trabum Ruka, que hace 12 meses abre miércoles y sábados.

De las otras tres, una funciona en Santo Tomás, hace un año, y la manejan 35 mujeres, hay otra en San Ignacio y otra en Las Saladas, cerca de Chos Malal.

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