CIPOLLETTI (AC).- "Ante tantas desprolijidades, desmanejo, falta de criterio y compromiso", familiares, vecinos y amigos de Otoño Uriarte pidieron ayer "el inmediato alejamiento" de la jueza María del Carmen García García de la causa en la que se investiga el asesinato de la joven de Fernández Oro.
"Se le ha iniciado un sumario que va camino a juicio político y posible destitución, por lo que ello no hace más que confirmar lo que hemos venido denunciando desde el principio de su intervención. Consideramos que no tendrá un criterio adecuado para valorar lo realizado hasta el momento, ya que debe afrontar una medida en su contra", dijeron en un comunicado difundido ayer.
No es la primera vez que realizan esta solicitud los allegados a la estudiante, entre ellos, Roberto Uriarte, su padre. Ayer retomaron el reclamo debido a las últimas novedades del caso: las excarcelaciones de dos imputados y el anuncio de renuncia del jefe de la comisión investigadora. "Hacemos hincapié en su falta de interés por la tarea realizada por la comisión investigadora y de cuyo trabajo se desprende la participación de al menos dos de las personas sindicadas como partícipes o responsables de la desaparición y asesinato de Otoño", agregaron.
En realidad García García dejó en libertad a José Jhaffri y Angel Antilaf porque otro juez les dictó la falta de mérito en una causa por amenazas, que fue la que impulsó las detenciones. Al no existir mérito suficiente por ese hecho, la jueza consideró que los imputados podían esperar en libertad la resolución de fondo (por secuestro seguido de muerte), como los otros tres sospechosos. La denuncia por amenazas la había radicado Daniel Jara, jefe de la comisión investigadora, quien ante las excarcelaciones consideró que no tenía garantías suficientes para investigar y anunció que presentará la renuncia al cargo.
La prueba más significativa -a la que se refieren los familiares- involucra a Jhaffri y al menor de edad que se sumó a las sospechas en la última acusación realizada por el fiscal. Esta pericia de ADN se hizo sobre el vello púbico de la menor y muestra que habría alta probabilidad de la existencia de semen de esos dos imputados.
"¿Cómo es posible que se intente demostrar un direccionamiento de la investigación cuando existen resultados concretos como lo es un ADN? Creemos que con ello se pretende tergiversar, manipular, poner en duda y desacreditar el trabajo investigativo, tal como ha ocurrido con la investigación de trata de personas en Valle Medio, en la que el comisario Ormeño ha sido perseguido por la misma fuerza policial de la que forma parte. En este caso, la justicia no ha amparado la seguridad personal y familiar de quienes están trabajando", criticaron.