Queremos manifestar nuestra total impotencia y disconformidad ante la respuesta a una urgencia de nuestro hijo de dos meses de vida, que se había caído cuando lo estábamos bañando. Paso a detallar: a las 20:20 del 31 de agosto ingresamos a la recepción del Sanatorio Juan XXIII, de Roca, con nuestro hijo accidentado. Para ello le comunicamos a una de las tres recepcionistas lo que había ocurrido. Una de ellas llamó por teléfono a alguien, quien debería haber sido un pediatra... y cuando colgó, nos contestó sin mucha preocupación que en ese momento nadie lo podía atender porque "el" pediatra estaba ocupado.
Otra recepcionista nos dijo que lo lleváramos al Cemin o al Crecer, ante lo cual no tuvimos otra opción que salir corriendo con nuestro hijo que, por suerte, estaba consciente.
En el Cemin lo atendieron rápidamente y estaba fuera de peligro. A ellos, muchas gracias.
Lo que nos indigna es lo que nos pasó en el Juan XXIII. Más... cuando hace dos meses confiamos en ese sanatorio el nacimiento, la vida y el cuidado de nuestro hijo.
Carlos Chacón, DNI 25.948.278
Rosana Mocciola, DNI 26.218.446 - Roca