SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los cambios de gabinete que produjo el intendente Marcelo Cascón derivaron en fuertes cruces políticos, a partir del desplazamiento del asesor letrado, Daniel Balduini, que era el único representante de los radicales orgánicos en el gobierno municipal.

Cascón dijo haber tenido "diferencias de criterio" con el letrado y lamentó que el pedido de renuncia sea leído como una ruptura con ese sector interno de la UCR. Balduini en cambio, no ahorró críticas a la gestión. Habló de "autismo" y de falta de "imaginación".

El intendente produjo entre el jueves y ayer varios enroques en su equipo de gobierno, con una única salida, que fue la del asesor letrado. Su lugar sería ocupado por el abogado Sergio Dutschmann, quien pertenece al sector blanco del radicalismo y ya cumplió la misma función durante el gobierno del ex intendente peronista César Miguel.

La secretaría de Gobierno (que estaba unificada con Economía) volverá a ser independiente y quedará a cargo de Jorge Franchini, hasta ahora secretario de Coordinación, A ese lugar pasará la actual directora general de Gobierno, Guillermina Alaniz.

El director de Defensa Civil, Carlos Aristegui, asumirá la dirección de Gobierno, una de las carteras más "calientes" de la gestión, porque debe encargarse de administrar el tránsito, el transporte público, toda la estructura de fiscalización y la problemática de los perros sueltos, entre otros temas conflictivos.

En Defensa Civil fue designado Renato Ponce (radical cercano a Hugo Castañón), quien también pasó por ese cargo durante la gestión de Alberto Icare.

Cascón también tendría previsto efectuar cambios en la dirección de Comunicación Institucional, donde dijo que existen cosas para corregir. Pero todavía no habló de nombres.

Balduini dijo que su salida del gobierno significa que "no hay más acuerdo del radicalismo orgánico con Cascón", a quien le aportaron -según recordó-, unos 5.000 votos en la elección de mayo de 2008.

El abogado cuestionó que el gobierno del que formó parte hasta ayer "se haya quedado en el latiguillo de que la gente no paga las tasas", sin buscar soluciones "creativas". En su momento Balduini propuso dictar una ordenanza de Emergencia Económica, pero su idea fue descartada.

También dijo que era necesario "conocer y aprender de la experiencia de otros municipios como Roca, Viedma, Cipolletti o Jacobacci", que tienen gestiones más eficaces.

Criticó la falta de obra pública en Bariloche y consideró que podría cubrirse esa falencia con "financiamiento externo" como lo hacen otras administraciones. "Ni siquiera hay inspección de obras y pasa lo que pasó con la avenida J. M. de Rosas", que está recién inaugurada y ya exhibe varios pozos y hundimientos.

Cascón admitió que con Balduini tuvo "divergencias de difícil retorno" y señaló como ejemplo que su colaborador no estaba de acuerdo con el régimen de "misiones y funciones" de la asesoría letrada que impulsó el Ejecutivo.

Ese régimen impone un tope para los honorarios en las ejecuciones fiscales y promueve la tercerización de esta tarea en abogados ajenos a la estructura municipal. La normativa ya había sido aprobada en la gestión anterior (pero nunca llevada a la práctica) hasta que quedó derogada en el último cambio del organigrama. Cascón, advertido del error, envió el proyecto una vez más al Concejo y dijo que Balduini no compartía el contenido.

Sostuvo que en su concepto la separación del letrado "no tiene contenido político".

La salida de los "orgánicos" de la UCR replica lo ocurrido con el Movimiento de Unidad y Participación, que también integró el gobierno en un principio, pero se alejó con fuertes críticas hacia Cascón luego de los pedidos de renuncia a los referentes de ese partido Alejandro Soraires y Germán Berizzo.

El intendente mantiene su alianza con la línea radical vinculada a Hugo Castañón y también con el sector Azul de ese partido, además de los acuerdos con el PPR y el MPP, que tiene su presencia en el gabinete.