Hablando con un amigo recordábamos tristemente la época no muy lejana en que la palabra era un contrato, cuando se respetaba a todos por igual porque todos tenemos los mismos derechos, así como también obligaciones. Con él teníamos que ir a Neuquén a una reunión, lo que resultó imposible porque un grupo minoritario de disconformes no nos permitió cruzar el puente. ¿Puede más un grupo minoritario que el resto de la población? Evidentemente y por desgracia parece que sí. Nos preguntábamos, en todo el ámbito nacional ¿se encontrará algún miembro de la Corte Suprema que tenga bien puestas las... vestiduras y haga cumplir la ley y la Constitución?

Me comentaba mi amigo que se dice que la Policía tiene las manos manchadas con sangre por el caso Fuentealba, por eso no interviene. Pero entonces los jueces que permiten que se violen los derechos constitucionales del resto, que queremos ir a trabajar, al médico, a hacer trámites o simplemente a pasear, las manos de los que permiten este atropello se mancharon con sangre mucho antes.

Sería bueno que retomáramos esa vieja costumbre de respetarnos los unos a los otros. Si hay gente sin trabajo o de bajos recursos, su situación no va a mejorar perjudicando a los demás, impidiéndoles concurrir a sus obligaciones. Volvamos de a poco a ser el país del que siempre estuvimos orgullosos.

Les pido que, si tienen que reclamar, lo hagan por los canales correspondientes, sin perjudicar a los demás ciudadanos; de esa forma van a encontrar el apoyo de toda la comunidad. Basta de politizar las protestas, porque de esa forma perdemos todos.

Roberto Jorge Volta, DNI 10.117.752

Allen