Los ministros de Finanzas del G20 acordaron hoy mantener los paquetes de estímulo económico lanzados para hacer frente a la crisis e implementar medidas para mejorar el control y transparencia de las bonificaciones pagadas a banqueros, según la declaración final del encuentro que mantuvieron en Londres.
El ministro británico y anfitrión de la reunión de dos días, Alistair Darling, constató que, si bien la economía está dando muestras de recuperación, los ministros siguen siendo "cautos sobre las perspectivas de trabajo y crecimiento".
Por ello se acordó "implementar medidas de apoyo necesarias" a través de políticas fiscales y monetarias, añadió. El secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, reconoció por su parte que inesperadas mejoras en la economía global podrían dar la sensación de que ya no es urgente actuar sobre el sistema financiero.
Sin embargo, añadió, "nos aseguraremos de que mantenemos la presión". La tónica en este tema quedó marcada en la inauguración del encuentro por el premier británico, Gordon Brown, que advirtió que suspender de forma prematura los paquetes de estímulo sería "un error de dimensiones históricas".
El otro asunto más controvertido en la reunión fue el pago de bonificaciones a banqueros, que muchos consideran una de las causas que precipitó la crisis al alentar riesgos excesivos y beneficios dudosos. Los ministros se mostraron de acuerdo en medidas de control a esas primas, tales como el aplazamiento de su pago. Esto permitiría evaluar a largo plazo el éxito del trabajo de los banqueros.
La declaración propone también que se puedan anular las bonificaciones ya pagadas en caso de que los negocios arrojen resultados negativos. Sin embargo, la oposición de Estados Unidos y Reino Unido impidió que se impongan máximos a los bonos, como impulsaban Francia y Alemania.
"Hemos avanzado" en el tema, valoró el ministro de Finanzas germano, Peer Steinbrück, tras el cierre de la reunión. Steinbrück admitió que las negociaciones fueron difíciles, sobre todo con Reino Unido. "Pero hubo una actitud abierta que me sorprendió", añadió.
Darling sostuvo que los banqueros de todo el mundo deben ser conscientes de que el apoyo de los gobiernos y el dinero de los contribuyentes les permitieron capear el temporal financiero. "Tienen la obligación de que sus remuneraciones sean justas", concluyó.
La reunión de los ministros del G20 tenía como objetivo preparar la cumbre del grupo que se celebrará el 24 y 25 de septiembre en la ciudad estadounidense de Pittsburgh. Se trata de la tercera cumbre del grupo desde la caída hace un año del banco estadounidense Lehman Brothers y su devastador efecto en la economía global.
DPA