La defensa demostró su eficacia. En la tragedia de 1975, con muchas víctimas fatales en el Valle, Cutral Co y Huincul funcionó a la perfección y, de no haber sido construida, Roca hubiera literalmente desaparecido. El aluvión de 1984 embarró la ciudad, pero fue por la falta de mantenimiento de las tomas (rodeadas de malezas) y una tremenda erosión ocasionada por areneras sin control. Sin embargo, hubo luego obras complementarias. Financiadas por un crédito del BID, se realizaron en los 80 pequeños "diquecitos" para frenar la velocidad del agua y favorecer el depósito del sedimento de arrastre, que completaron el sistema de defensa aluvional de Roca, Stefenelli y J. J. Gómez.