ZAPALA (AZ).- "La gente está desesperada, tienen miedo de perder sus casas y lo que tanto esfuerzo les costó construir".

La frase del intendente de Barrancas, Flavio Urrutia, describe con dramática crudeza el difícil trance que les toca vivir a los pobladores de Ranquil Vega y Butaco.

"Son cuarenta familias que toda su vida estuvieron ahí, criaron a sus hijos y vieron nacer a sus nietos pero nunca imaginaron que un día les tocaría sufrir una cosa de este tipo", agregó el funcionario.

El gobierno provincial construyó varias de las casas que hoy están a punto de perderse a través del Instituto de la Vivienda y desde hace años asiste a los pobladores de la zona que el lunes pasado participaron de una reunión con las autoridades locales.

"Están muy mal pero les pedimos paciencia porque este lunes vamos a viajar a Neuquén para reunirnos con funcionarios de la dirección de Tierras y de la Fiscalía de Estado para que nos ayuden a parar esto", destacó Urrutia.

La esperanza se mezcla con la incertidumbre y los vecinos exigen soluciones frente a un panorama que se les torna cada día más oscuro.