BUENOS AIRES.- El inicio de la discusión del proyecto de ley de medios en el plenario de tres comisiones de la Cámara baja finalizó ayer con fuertes divergencias entre el oficialismo y la oposición, en torno a la realización de las audiencias públicas en el interior del país.

En una ajustada votación que se realizó al final de la reunión, el oficialismo impuso su propuesta de que las audiencias se realicen martes, miércoles y jueves de la semana que viene en el Congreso por sobre la de la oposición que pedía que fueran al menos siete y que se realizarán en diferentes puntos del país.

Desde la oposición cuestionaron la validez de la votación que habilitó la metodología de trabajo elegida e insistieron en que la comisión de Libertad de Expresión había decidido por la mañana trabajar con otro mecanismo (el de las audiencias en el interior).

Ante este diferendo, la oposición adelantó que llevará a cabo audiencias públicas por separado en el interior del país.

El kirchnerismo intentó prevalecer consiguiendo con votos propios habilitar, en el plenario de las comisiones de Comunicaciones, Presupuesto y Libertad de Expresión, el inicio de las audiencias públicas en el Congreso, a partir del próximo martes, para discutir el proyecto (iniciativa finalmente aprobada).

Sin embargo, pese a obtener la mayoría en las comisiones de Comunicaciones y Presupuesto, el oficialismo no logró alinear a la Comisión de Libertad de Expresión, cuya titular es la diputada radical, Silvina Giudici, y quien propuso la realización hasta noviembre próximo de audiencias públicas en el interior del país.

Allí se aglutinó la oposición que planteó realizar reuniones similares en distintas regiones del país, con el objetivo de prolongar el debate y empujar la votación de la iniciativa para después de la renovación parlamentaria del 10 de diciembre.

Giudici desafió al bloque kirchnerista al adelantar que pedirá por "nota al presidente del Cuerpo, Eduardo Fellner, los recursos para realizar las audiencias en el interior del país".

"No vamos a aceptar que se quiera impedir seguir adelante", enfatizó el kirchnerista Carlos Moreno, frente a los reclamos opositores.

Por su parte, el jefe del bloque K, Agustín Rossi, consideró como "una provocación la actitud de la diputada Giudici (Silvana, presienta de la comisión de Libertad de Expresión)" y la acusó de "romper un acuerdo parlamentario" por el cual se decidió "incorporar a su comisión para sesionar en forma conjunta, pero hizo una reunión de comisión una antes del plenario".

Además, Rossi, a través de sus habituales voceros, hizo trascender que "la convocatoria a sesiones de comisiones fuera del Congreso es una función del presidente de la Cámara, no la puede decidir una comisión que es asesora del cuerpo".

Durante la discusión, en la que participó el titular del Comfer, Gabriel Mariotto, hubo críticas al proyecto y se escucharon propuestas de modificaciones tanto de la oposición como de algunos diputados oficialistas que, en líneas generales, cuestionaron la mayoría gubernamental en el órgano de control y la incorporación de las telefónicas en el negocio.

La presunta revisión cada dos años de las licencias, la autoridad de aplicación y de control del espectro, la limitación que el proyecto impone a las empresas para el uso de señales y la introducción de "nuevos jugadores" en el mercado, al habilitar a las empresas telefónicas para entrar al negocio, fueron otros puntos discutidos.

Por otra parte, el debate se vio abruptamente interrumpido por un incidente protagonizado por un presunto colaborador de la diputada Victoria Donda, quien acusó a la peronista disidente Graciela Camaño de estar pagada por el grupo Clarín.

Camaño había señalado que no estaba a favor del proyecto y que le había encontrado "muchos errores". (DyN/Télam)