VIEDMA (AV).- Javier "El Clavo" Sandoval sigue preso, pero asegura que es inocente. El 27 de agosto presentó una denuncia contra jueces y abogados y ratificó ante la Fiscalía de turno de esta capital que la imputación por la que fue condenado a 10 años de prisión es falsa. Dice ser un "chivo expiatorio" por el triple crimen del laboratorio -ocurrido en Cipolletti- y que a pesar de haber sido absuelto en esa causa sigue "pagando deudas" que tienden a ocultar lo que realmente ocurrió cuando mataron a Carmen Marcovecchio, Mónica García y Alejandra Carbajales.

Ayer "Río Negro" lo visitó en la alcaidía de Viedma, tras conocer que había estado la Fiscalía radicando su denuncia contra el juez de instrucción de Roca Juan Torres (quien instruyó el caso) y contra quien fue su abogado defensor, Eves Tejeda. "Estoy privado ilegítimamente de mi libertad. Me condenaron por abuso sexual, pero quien me denunció dijo que el hecho ocurrió en una fecha en la que yo estaba preso en Rawson por tentativa de robo", dice entre papeles, leyes, presentaciones judiciales, notificaciones y fallos.

El grito de inocencia es el mismo que viene haciendo desde hace años. Aun luego de ser condenado protestó en la ex alcaidía de Roca para obtener respuestas. Fue trasladado a la capital y en el Penal viedmense continúa purgando la condena impuesta el 27 de setiembre de 2003.

En los últimos meses, realizó presentaciones en la Subsecretaría de Derechos Humanos y en la Fiscalía, insistiendo con sus argumentos. Ahora lo defiende el abogado oficial Gastón Martín.

Según sus dichos, un testigo del triple crimen, al ser consultado, habría declarado que no lo vio cerca del laboratorio pero denunció que dos años antes había abusado sexualmente de él. "Yo dos años antes estaba preso en Rawson", sostiene Sandoval. El denunciante aclaró más tarde que el hecho habría ocurrido 15 días después de que "El Clavo" recuperara la libertad.