Un avión de guerra estadounidense voló dos camiones cisterna capturados por el Talibán en el norte de Afganistán y causó una explosión que, según las autoridades afganas, mató a más de 70 personas, incluyendo algunos civiles que habían corrido al lugar para recoger combustible.
Alemania, que pidió el ataque a las 2.30 de la mañana, dijo que 50 combatientes murieron y que no había civiles en el lugar en ese momento. Pero más adelante el titular de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, admitió que algunos civiles pudieron haber muerto, y tanto la coalición encabezada por Estados Unidos como el gobierno afgano anunciaron investigaciones.
El ataque en la provincia norteña de Kunduz probablemente intensificará la indignación pública por las bajas civiles, que hizo que el comandante de la OTAN, general Stanley McChrystal, ordenara en junio detener los ataques cuando hubiera peligro para los civiles.
La violencia ha aumentado en gran parte del país desde que el presidente Barack Obama despachó a 21.000 soldados más a Afganistán este año, cambiando el foco de la guerra contra el extremismo islámico antes centrado en Irak.
En agosto murieron 51 soldados estadounidenses en Afganistán, el mes más mortífero para las fuerzas norteamericanas desde la invasión a fines del 2001.
Kunduz, ex bastión del Talibán, había estado mayormente pacífico hasta que los ataques de los insurgentes empezaron a aumentar este año. La mayor parte de la lucha en Afganistán este verano ha sido en el sur y el este, donde operan las fuerzas estadounidenses y británicas. Los alemanes son responsables por la zona de Kunduz.
El ataque tuvo lugar un día después que el secretario de defensa estadounidense Robert Gates insinuó por primera vez que estaría dispuesto a enviar más soldados después de resistirse durante meses a un aumento significativo, pese a la creciente oposición pública en Estados Unidos a la guerra.
Alrededor de la medianoche los insurgentes secuestraron los camiones cisterna, que transportaban combustible para las fuerzas de la OTAN, cerca de la población de Omar Khel. Las fuerzas de la coalición comenzaron el ataque aéreo cuando los combatientes talibanes detuvieron los vehículos en un cruce sobre un río, informó el jefe de la policía Gulam Mohyuddin.
Un agente de la policía dijo que al menos 90 personas habían muerto y que 40 de ellas eran civiles, incluyendo algunos que recibían el combustible de manos de los milicianos.
AP.-