Diego Maradona tenía todo claro, menos el último jugador, aquel de la puntada final, el atacante del área rival. Sergio Agüero o Carlos Tevez, era la cuestión hasta ayer, cuando el entrenador argentino se decidió por Tevez.
Entonces, sí. Argentina irá mañana por un triunfo fundamental ante Brasil con Mariano Andújar, Javier Zanetti, Sebastián Domínguez, Nicolás Otamendi, Gabriel Heinze, Maximiliano Rodríguez, Javier Mascherano, Juan Sebastián Verón, Jesús Dátolo, Lionel Messi y Tevez,
Ayer, en una conferencia de prensa cargada de buen humor de parte de Maradona, el DT confirmó la formación titular, pero no quienes irán al banco de los suplentes. Allí, la duda es otro delantero: Martín Palermo, que en la práctica de ayer marcó tres goles en un equipo de suplentes que goleó 6-0 a una formación de Tristán Suárez. El "9" de Boca compite por un lugar con Lisandro López y Diego Milito.
"Fueron 30 días de lluvia permanente y salió el sol de repente, porque después de ver como están los muchachos y lo que me demostraron no puedo estar de otra manera que no sea feliz", confesó ayer Maradona en conferencia de prensa.
"Los muchachos tienen tienen ganas, ilusión, están enchufados, saben que lo necesita el país y la gente. Le teníamos que haber ganado a Ecuador y no lo hicimos y ahora tienen la gran oportunidad. Todo eso hace que me sienta muy feliz de ser el técnico de la selección", completó.
Sobre el partido de mañana, el entrenador argentino contó como piensa lastimar a los dirigidos por Dunga. "Encaramos el partido con mucho respeto hacia Brasil, tiene buenos jugadores pero nosotros también tenemos lo nuestro. El miedo no existe, sí el respeto y la realidad de los jugadores. Ojalá se pudieran jugar diez puntos todos, pero con que lo hagan seis puntos y se mantenga el equilibrio me conformo".
"Nosotros no nos escondemos, vamos a dar la cara y vamos a atacar a Brasil. Lo haremos por las puntas, con Dátolo y con ´Maxi´ Rodríguez, con ´Lío´ y Tevez, con la ´Bruja´, sumando a Zanetti. Muchachos, no hay nada que esconder", cerró un Diego feliz y entusiasmado.