Si la integración en América del Sur es un complicado rompecabezas -como se pudo constatar durante la transmisión televisiva en directo de la reunión de presidentes el viernes pasado, desde Bariloche-, la convivencia política doméstica no le va en zaga, como derivación de las andanzas de un hatajo de pillos.
Por "error" o a sabiendas, el Congreso aprobó una serie de beneficios para distritos afectados por el desastre climático, especialmente de la provincia de Buenos Aires, tras lo cual, por "hacer agua por los cuatro costados", vino el veto presidencial parcial de un artículo elaborado por el diputado disidente Francisco de Narváez.
No hacía falta mucho. Pero la irresponsabilidad, el descuido -el titular de la comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, Alberto Cantero, admitió que no había leído el proyecto- o la picardía hizo que volviera a arder Troya entre el gobierno y sectores rurales.
La Mesa de Enlace agropecuaria entendió que le habían vuelto a "mojar la oreja" y, proclamándose intérprete de los productores del interior, dispuso un cese semanal de comercialización de granos con destino a la industria y la exportación.
El gobierno, que recuperó la iniciativa luego de la derrota legislativa del 28 de junio, se sintió cómodo con otro round de la pelea: el ex presidente Néstor Kirchner, quien reanudó sus reuniones públicas con intendentes del PJ del conurbano bonaerense, enrostró incomprensión al campo, por no agradecer los 21.700 millones destinados por Nación a socorrer al agro.
Y tras cartón, sorpresivamente, se anunció que María Carmen Alarcón, otra de las figuras que habían hecho causa común con los reclamos agrarios y por eso había sido expulsada de las filas kirchneristas, asumirá una secretaría subordinada al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, tras renunciar a su cargo en el gobierno del socialista Hermes Binner en Santa Fe.
La noticia cayó pésimamente en la Federación Agraria de Eduardo Buzzi, quien se lamentó además de la "cooptación", de los oídos sordos que se hicieron a su pedido de formalizar una tregua, dando lugar a la irrupción de los más duros, comandados por Mario Llambías, Hugo Biolcati y Alfredo De Angeli.
Alarcón, quien incluso había sido procesada por participar de un corte de ruta, justificó su radical cambio de postura en la necesidad de "dejar atrás la apología del problema" y empezar a encontrar soluciones.
"Las retenciones -dijo- hay que ponerlas bajo un paraguas, no son un tema que hoy se pueda poner sobre la mesa".
Según pudo saber "Río Negro", la intención oficial era disponer mecanismos concretos a favor de la producción del trigo y el maíz y favorecer las exportaciones de carne a través de la cuota Hilton, cuando se registró el equívoco en el Congreso que dio lugar a un pase de facturas entre la presidenta Cristina Fernández y los titulares de los bloques del FpV Agustín Rossi y Miguel Pichetto.
Ahora, para que la gestión de Alarcón no empiece con el pie izquierdo, deberían retomarse en forma urgente esas iniciativas. De hecho, en sus declaraciones a la prensa, la dirigente santafesina de Pampa Sur adelantó que su prioridad será resolver qué se tiene que sembrar, el financiamiento y el tema de la carne. Admitió que la administración K tuvo que pagar un alto costo político por la desprolijidad, pero que eso se superará si se logra destrabar un conflicto que pone al país en riesgo.
En una situación de debilidad objetiva por el traspié del 28 de junio, Kirchner también redobló la apuesta de su batalla contra Clarín. La presidenta mandó un proyecto de ley de medios audiovisuales que la oposición se resiste a tratar antes de la conformación de las nuevas cámaras, lo que tendrá lugar el 10 de diciembre. Es de prever que vienen meses muy duros, ya que el oficialismo tratará de aprovechar su mayoría relativa para aprobar también el presupuesto 2010 y las prórrogas del impuesto al cheque y Ganancias.
Entre tanto, un poco en el limbo, sigue girando la calesita de presidenciales para el 2011. El viernes, el santafesino Carlos Reutemann (a quien el kirchnerismo le birló a la senadora Roxana Latorre, su operadora de máxima confianza) reconoció que vive una situación peor que una pesadilla. Denunció al gobierno por engañar a sus contrincantes con el diálogo. "Lo hizo para ganar tiempo", sentenció, pero al mismo tiempo reconoció que Kirchner está en franco proceso de recuperación.
El ex presidente se aprovecha de la falta de un liderazgo alternativo y la incapacidad de unirse de sus adversarios. Como "Lilita" Carrió permanece recluida en su departamento afectada por una severa contractura cervical, el radicalismo construye alrededor de Julio Cobos. El vicepresidente avanza a pasos agigantados apoyado por Gabriela Michetti y observa lo que hacen a sus costados Hermes Binner, Felipe Solá y Mauricio Macri. No descarta ninguna alianza.