Es así como en las pasarelas vuelven los estampados barrocos y los brocados de oro que se inspiran en el diseñador Paul Poiret.
De acuerdo a la versión electrónica de Vogue España, el exceso de lujo de Christian Dior se plasma en modelos sacros que recuerdan aquellas maravillosas iglesias antiguas y en diseños sacados de las princesas orientales. En tanto, los cinturones y collares de Christian Lacroix parecen sustraídos de la Ultima Cena.
Por otro lado, la línea de Prada, Miu Miu, apuesta por los estampados en blanco y negro que aluden a las alfombras turcas y Dries Van Noten plasma en seda dibujos similares al mosaico.
Esta tendencia llena de excesos es seguida también por Oscar de la Renta, a través de vestidos florales, y la firma Marni cierra este estilo recargado con lentejuelas y broches vintage.